AMADEO CARRIZO Y CASEROS
By Caseros y su Gente

AMADEO CARRIZO Y CASEROS

Amadeo Carrizo – el legendario arquero de River Plate – falleció el pasado 20 de marzo, a sus 93 años. Natural de Rufino, en numerosas oportunidades se acercó hasta nuestro Caseros. Aquí, en nuestro barrio, visitaba a su tío materno, Santos Larretape, comerciante, quien residía en la calle 3 de Febrero, entre Moreno y Belgrano, junto a su esposa Edith y su hija, Alicia Marta.

Cuando los padres de Amadeo – Magdalena Larretape y Manuel Carrizo, ferroviario – decidieron mudarse de Rufino, fue su sobrino Santos quien los convenció de que se asentaran en Caseros y hasta les buscó la vivienda ubicada en la calle Urquiza, entre Constitución y Hornos. Allí el matrimonio vivió hasta su fallecimiento, junto a su hija Nélida, hermana de Amadeo.
Cuando el guardameta se retiró del futbol, Santos lo asoció al SITAS, entidad donde acudían a jugar al tenis y a practicar otros deportes.
En nuestro barrio, Amadeo trabó amistad con un riverplatense intenso: Ramón Roque Martín. “Tuve dos ídolos, Labruna y Carrizo… dos de mis hijos, llevan sus nombres”, señala Ramón, conocido empresario fúnebre. Y agrega: “Tuve muchas charlas con Amadeo, me confió un montón de anécdotas deportivas… ¡huy, me enteré de tantas, tantas cosas!”.

De primera mano, Ramón conoció, entre cientos de otros episodios, los pormenores de jugadas memorables, las picardías y destrezas de un arquero que fue paradigma en su puesto, frustraciones como la del Mundial de Suecia y la gloria reivindicatoria en la Copa de las Naciones.
En octubre de 2002, en la confitería Rincón del Ebro, Ramón Martín – quien por entonces cumplía una década como presidente del Jota Jota – lanzó, junto a su familia, la Filial Caseros ‘Amadeo Raúl Carrizo‘.

El hombre de Rufino había nacido el 12 de junio de 1926 – día que quedó establecido como “El Día del Arquero”– debutó en primera a sus 19 años y se caracterizó por ser un innovador en la época al salir del área, jugar con los pies y poseer un potente saque de arco . A los 42 años, mantuvo su valla invicta por 769 minutos. Jugó hasta sus 44 otoños.
Fue velado – a pedido de sus familiares – en una ceremonia muy íntima, aquí, en Caseros, en la Cochería Martín. Cuando se levante la cuarentena, sus restos serán llevados a su Rufino natal.

FOTO: DÉCADA DEL ´40.

SANTOS LARRETAPE Y AMADEO

JUGANDO AL BILLAR EN EL PARQUE RETIRO

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