Con la segunda ola de Covid en plena amenaza, la Clínica San Andrés (ex Surachi), ubicada en la calle Sabattini, entre Lisandro Medina y av. San Martín, continúa cerrada.
El establecimiento – informa la Secretaría de Prensa gremial – “atendía a 18.000 afiliados del PAMI, que ahora deambulan por lugares distantes de otros distritos buscando que los atiendan”.
Se agrega que la “clínica tiene 12 respiradores, 90 camas, tomógrafo, y aparatología de última generación. Para nosotros, que somos 144 trabajadores en relación de dependencia, más los médicos y tercerizados, es una situación intolerable que sin embargo no ha producido la intervención del gobierno en ningún nivel ni tampoco del PAMI”.
El informe concluye: “Estamos reclamando que el PAMI intervenga y ponga en funcionamiento la clínica, para garantizar la continuidad laboral de los 144 trabajadores y la atención de los 18.000 afiliados del organismo. Luego de sucesivas movilizaciones al municipio de Tres de Febrero, a la Casa de la Provincia de Buenos Aires, a la Casa Rosada y de un corte en la Gral Paz, vamos ahora a un acampe en las puertas del PAMI (Corrientes 665, CABA) a buscar una respuesta”.
Es cierto que la clínica tenía una pésima reputación. Pero consideramos que esa aparatología – especialmente en estos momentos – no debe desaprovecharse. Y sería inteligente que los empleados – bajo directivos y gestión eficientes – justifiquen con eficiencia la reinserción laboral.