Falleció el viernes 11 de diciembre del año pasado, a sus 87 años.

Fue un vecino emprendedor, emprendedor, riguroso, enérgico, incansable, llano.

Nació en Dolores, en el otoño de 1933. Docente de alma, fue maestro en establecimientos rurales y carcelarios. Ese fue el comienzo de una carrera que con el tiempo extendió cubriendo cargos superiores, en distintos distritos bonaerenses.

EN CASEROS

Estuvo a cargo de la Casa de la Cultura (calle Sarmiento, entre Moreno y Belgrano) y del Museo Parodi (calle Rebizzo, entre Spandonari y Juan M. de Rosas).

En ambas entidades, trabajó con la vitalidad que lo caracterizaba, tanto en la gestión de lo más importante como en el cuidado de los detalles más pequeños. Lo vi, sábados, domingos y feriados, barriendo y regando las plantas.

Por otro lado, paralelamente, confirmó con una abrumadora serie de datos que el 21 de febrero de 1892 es la fecha fundacional de Caseros, datos que fueron aprobados por el Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires

Gracias a Cabrera, Caseros tiene partida de nacimiento.

Fue además, el principal impulsor de la construcción del Monumento al Centenario (Alberdi y Murias) y del Monumento al General Belgrano, en la plaza de Villa Pineral. Promovió y presidió la Asociación Caseros Centenaria, entidad que tiene,entre uno de sus objetivos, preservar la identidad caserina.

En este derrotero, es autor de dos libros que, intuyo, financió su edición con sus propios medios: “Caseros: a cien años de su fundación” y “Caseros: reseña histórica de sus calles”.

Posteriormente, fue autor de obras como “Nace un distrito”, “Historia de dos templos”“Los inmigrantes italianos en Tres de Febrero” y, además, entre otras, las que relatan la trayectoria de los religiosos Agustín Bonney Elizalde y Antonio F. Gatti.

Por otro lado, fue un continuo colaborador del Hospital Carrillo; bajo su ejercicio como presidente de la Cooperadora, se concretaron numerosos avances en favor de la atención sanitaria. Además, fue integrante de la Asociación de Docentes Jubilados de Tres de Febrero.

Vivía en una casa sencilla de la calle David Magdalena, entre Carlos Tejedor y Angel Pini, junto a Maruja, su querida esposa española de siempre, la que acompañó codo a codo a este obstinado hacedor. El matrimonio tuvo dos hijos: Nacho y Pablo.