La impactante foto que ilustra esta nota acompañó un comentario que posteó, en 2015, cuando era candidato, el intendente Diego Valenzuela.

Aquella observación del actual jefe comunal fue la siguiente: “Los talleres Alianza, detrás de la estación Santos Lugares del FF.CC. San Martín, son un lugar sin igual: arboledas maravillosas, clima campestre, edificios ferroviarios de gran valor patrimonial.

“Imperdibles la antigua carbonera y la sede de la administración. El paisaje es encantador, entre el verde y las vías abandonadas.

“Nuestra identidad está unida a lo ferroviario, por eso creemos que este lugar en parte debe ser disfrutado por los vecinos. Debemos unir Caseros con Santos Lugares abriendo una calle y permitiendo que lo preservemos y respetemos.

“Muchos de nosotros crecimos andando en bici y jugando en esta zona increíble de nuestro distrito ¡Ahora se trata de ponerlo en valor y proyectarlo a futuro!”

El posteo de Valenzuela generó, entre otros, los siguientes recuerdos:

  • Como vecino y ferroviario valoro que se quiera preservar la historia. Muchos sectores del predio están en desuso por falta de volumen de transporte ferroviario que les de uso. Es de destacar parte del predio donde se instalaron canchas de rugby para darle uso y así evitar usurpaciones como han sucedido en tantos otros predios ferroviarios del GBA. La preservación no debería impedir a futuro el desarrollo de las actividades para las cuales fue concebido el predio. Se debe hacer un uso razonable del espacio. Sería bueno también que se preserve la historia apoyando a la gente del Ferroclub Argentino con su sede Lynch.
  • Conozco desde muy chico los talleres de Alianza. Ahí funcionaba una imprenta que primero fue del ferrocarril pero luego se manejó en una sociedad anónima comercial financiera, en comandita por acciones. Mi papá era parte de la sociedad, se podía entrar por un camino paralelo a las vías, en la barrera de Lisandro de la Torre.
  • Da mucha pena ver un lugar donde trabajaban miles de persona y que los vecinos podían pasear y llegar hasta el club de golf, como el camino de eucaliptos que las familias lo disfrutaban con los chicos y ahora está alambrado, convertido en pastizal, destrucción y desolación.
  • Sería muy lindo que todo eso se active y no este así abandonado y refugio de la inseguridad
  • Hermosos recuerdos…los vagones de carga y colarnos era toda una aventura.
  • Me acuerdo en mi juventud (17 años), hacíamos carrera de tiempo y gimnasia allí ¡una arboleda hermosa! Ahora está muy abandonado y peligroso.
  • Ese lugar es maravilloso. De chicos, cruzábamos por ahí para ir a visitar la iglesia de la Virgen de Lourdes, desde Villa Parque.
  • Quienes crecimos en la zona, pasamos nuestra infancia de un modo hoy imposible de imaginar. Grupos de chicos menores de doce años, jugando y paseando en bicicleta, solos, desde Sáenz Peña hasta Caseros.
  • Qué lindo sería la puesta en valor de ese lugar y conservar el estilo inglés e irlandés. De chica, me encantaba cuando mi papá me llevaba a la estación de Santos Lugares y me explicaba el estilo de construcción que tenían todas esas casitas. A mí, me fascinaba ir… sentía como que viajaba a Inglaterra. Ojalá se pueda hacer algo, me encanta respetar el estilo y conservarlo; no demoler: reciclar.
  • Me acuerdo cuando caminaba por la senda que unía Sáenz Peña y Santos Lugares, poblada de hermosos árboles y que estaba abierta a todo el mundo… Qué lástima que eso se perdió.
  • Si habré andado en bici por ahí, caminado con mi Nono, jugado con mis amigos…y siempre pensando que estábamos en otro lugar, en “un Pueblo Fantasma”… cómo me gustaba.
  • La estructura de los talleres es muy robusta. Puesta en valor, se puede utilizar para destinos muy interesantes.
  • Para conectar los talleres se necesitan calles que los unan y urbanizar esa zona. Prolongando Lope de Vega, se puede llegar mucho más rápido a Santos Lugares desde Sáenz Peña y salir más rápido a la General Paz.
  • Hace muchos años existía un camino que comunicaba con Santos Lugares. Recuerdo que yo era muy chica y mis padres nos llevaban a ver la Virgen; cruzábamos un puente y estábamos en Santos Lugares, vivíamos en Villa Alianza-Caseros. Nuestros vecinos eran casi todos obreros del ferrocarril de los talleres Alianza. No sé qué habrá pasado.