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Digno de imitar

La siguiente nota – que seleccionamos de zonales.com – tiene como protagonista a alguien ajeno a nuestro barrio pero, consideramos, que su historia de vida es un ejemplo digno de imitar y merece conocerse por todos. Aquí va:

Nicolás Monzón (25) se crió en una familia humilde de Solano. Hoy estudia tres carreras universitarias y creó su propia empresa de programación.

Fue elegido por la Fundación Varkey (FV) entre los mejores diez estudiantes del mundo para competir por un premio de U$S 100.000, monto que la institución reserva para el “mejor alumno del planeta”.

El reconocimiento es entregado por la FV a alumnos de más de 16 años inscriptos en alguna institución académica, buscando «una nueva plataforma que resalte en todo el mundo los esfuerzos de estudiantes extraordinarios que, juntos, están transformando el planeta para mejor».

Fueron más de 7000 las nominaciones de jóvenes de 150 países.

Mientras cursa sus tres carreras, Nicolás fundó una startup que diseña aplicaciones para pequeñas empresas.

«Tengo la certeza de que esto me va a permitir darle impulso a mi empresa y ayudar a mis hermanas y a mi familia desde una mejor posición», contó el joven, quien está por terminar la carrera de Ingeniero en Informática en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), y en paralelo cursa las licenciaturas en Matemática y en Ciencias Físicas en la Universidad de Buenos Aires (UBA). También maneja Magnetar, una startup de tecnología que desarrolla aplicaciones para pequeñas empresas.

La difícil infancia del joven estudiante

Nicolás no pensó en estudiar una carrera universitaria hasta el último año del secundario.

«Yo lo que tenía entendido era que después del secundario había que salir a trabajar, agarrar la pala y salir adelante, no que se podía seguir estudiando», reveló.

Sus intenciones cambiaron cuando una compañera le acercó una guía para el estudiante y un profesor lo ayudó a acercarse a una ONG llamada Jóvenes en Acción que, desde su programa social y educativo, lo acompañó para solicitar una beca para Ingeniería Informática en la UADE.

Su abuela y el libro de matemáticas

Mientras terminaba sus estudios secundarios, él ya reparaba computadoras y desarrollaba videojuegos; aunque el empujón que él considera clave se lo dio su abuela: sabiendo que le apasionaban los números, cuando tenía nueve años le regaló un libro de matemáticas que era avanzado para su edad y con el que empezó a aprender de cálculos.

«No es que me gusta estudiar, me gusta aprender», dijo el joven quien vivió una infancia difícil por la realidad económica que atravesaba su familia, compuesta por su padre, su madre y tres hermanas, una de las cuales estudia ingeniería.

«Mi viejo cartoneó, vi a mis tíos pelando cables, a mi vieja y a mi abuela haciendo trueques en la feria, con frío, a las cinco de la mañana, teniendo dos trabajos o a veces sin trabajo. La vida no es fácil», relató.

Nicolás, que sueña con «ser científico para mejorar la calidad de vida de las personas», no olvida a quienes lo ayudaron para empezar a estudiar su primera carrera y aseguró que quiere invertir parte del premio en la ONG Jóvenes en Acción.

 «Quiero colaborar con la educación de la Argentina, generar un crecimiento sostenido con, por ejemplo, capacitaciones de informática para estudiantes de todas partes del país y ayudarlos con el desarrollo profesional», sostuvo.

El joven espera ser un ejemplo para que otros chicos puedan superarse y crecer en el ambiente académico y laboral.

Sin embargo, no hizo falta un premio que motoricen sus deseos de ayudar. Confesó que le dio clases de programación gratuitas a un vecino de su edificio para que pudiera conseguir trabajo en el sector. «Víctor es el portero de mi edificio. Me lo encontraba todas las noches cuando volvía tarde de estudiar y siempre nos quedábamos charlando. Fuimos generando una especie de amistad y yo le empecé a comentar sobre el mundo de la programación. Vi que a él le gustaba y entonces empezamos a armar una ruta de aprendizaje para que pudiera empezar a trabajar. Yo lo orienté, pero él tuvo la voluntad y hoy es desarrollador en Mercado Libre», explicó.

Fuente: www.zonales.com