Durante un recital, el consagrado artista relató lo siguiente:

“Cuando yo era pequeño, una madrugada, mi hermanita no paraba de temblar mientras se iba poniendo morada.  Mis padres estaban desesperados.  No sabían qué hacer y fueron a golpear la puerta de la casa del médico del pueblo (Cruz del Eje, Córdoba).

“El doctor Arturo Illia se puso un sobretodo sobre el pijama, se trepó a su bicicleta y pedaleó hasta nuestra casa.

“Apenas vio a mi hermanita, dijo: ´Hipotermia’.

“No sé si mi padre entendió lo que esa palabra quería decir. La sabiduría del médico ordenó algo muy simple y profundo.  Que mi padre se sacara la camisa, el abrigo y que con el torso desnudo abrazara fuertemente a la chiquita y los cubrieron con un par de mantas. ‘¿No le va a dar un remedio, doctor?´, preguntó ansiosa mi madre.

“El doctor dijo que para esos temblores no había mejor medicamento que el calor del cuerpo del padre.

“A la hora, mi hermanita empezó a recuperar los colores y a las cinco de la mañana, cuando ya estaba totalmente recuperada, don Arturo se puso otra vez su gastado sobretodo, se subió a la bicicleta y se perdió en la noche”.

En aquel recital, Jairo dijo que ese episodio, lo contó por primera vez en su vida. Y también dijo que esa sabiduría popular, esa actitud solidaria, esa austeridad franciscana lo marcó para siempre.

El conmovedor aplauso que desbordó la sala dio a entender que el público no ignoraba que ese médico rural, en 1963, ejerció el cargo de presidente de la Nación.

DATOS

  • Por supuesto, aquel gobierno también tuvo errores. Pero Illia fue derrocado por sus aciertos y no por sus errores, aseguran los analistas.
  • Por su honradez, por la autonomía frente a los poderosos de adentro y de afuera, nunca, se subraya, le perdonaron tanta independencia.
  • Tras su  destitución, él dijo: a mí me derrocaron las veinte manzanas que rodean a la Casa de Gobierno.
  • Nunca más un presidente de nuestro país volvió a viajar en subte o a tomar café en los boliches.
  • Nunca más un presidente hizo lo que él hizo con los fondos reservados: no los tocó.
  • ÉI nació en Pergamino pero se encariñó con Cruz del Eje, donde ejerció su doble vocación: curar personas con la medicina y curar sociedades con la política.
  • Fue en la localidad cordobesa donde el doctor Arturo conoció a don González, el padre de Marito (Jairo).
  • El médico y político se fue del gobierno más pobre de lo que entró y eso que entró pobre.
  • Su sencilla casa y el consultorio fueron donaciones de los vecinos y en los últimos días de su vida atendió en la panadería de un amigo.

 CONCLUYÓ JAIRO:

“Yo tenía 11 años cuando los golpistas lo arrancaron de la Casa de Gobierno.  Mi padre, que lo había votado y lo admiraba profundamente, se agarró la cabeza y dijo:Pobre de nosotros los argentinos”.

“Y mi viejo, lamentablemente, tuvo razón. 

“Yo tenía once años pero todavía recuerdo su cabeza blanca, su frente alta y su conciencia limpia”.