Falleció el jueves 17 de octubre de 2002, a sus 80 años.
Fue el creador de la reconocida firma inmobiliaria que lleva su nombre, ubicada en la calle Alberdi, entre Lisandro Medina y Murias.
“Su deceso provoca un sentido pesar en nuestro medio”, escribió su amigo Hebert Buffoni, al conocerse la noticia de su fallecimiento.
Y agregó: “En esta época aciaga que atraviesa el país, en que tantos valores parecen haberse perdido, es bueno recordar su personalidad tesonera y honesta, sustentada en el trabajo, la familia y el compromiso desinteresado con la comunidad”.
Pablo Manuel Yaryura había nacido en Beazley (San Luis), en el seno de una familia de origen libanés cristiano.
Su padre, don Manuel Yaryura, fue intendente de la ciudad que por entonces era un importante nudo ferroviario. Pablo vivenció desde muy joven la honradez y transparencia que identificaron a su progenitor.
Instalado en Caseros desde fines de la década del ’30, Pablo Manuel se orientó a los bienes raíces y en 1948, fundó su empresa a la que atendió personalmente durante más de medio siglo y a la que luego se incorporaron sus hijos Pablo Ángel y Fernando Manuel. La firma, con el tiempo, extendió su accionar a través de sucursales en Sáenz Peña, Villa Devoto y Santos Lugares.
“Casado con Esther E. Ribano, fue un hombre de opinión sólida y buen consejo. A través de sus oficinas se vivieron intensamente los cambios que el desarrollo y las circunstancias económicas y de modernización edilicia fueron transformando aquel apacible Caseros de los años ’40 en esta pujante ciudad”, detalló Buffoni.
Canalizó su vocación comunitaria a través del Rotary Club Caseros, entidad cuya presidencia ejerció y lo tuvo como activo y entusiasta miembro.
En sus honras fúnebres, se hicieron presentes el Superior General de la Misión Libanesa Maronita, Padre Philippe Yazbek, y el Obispo y Eparca de los libaneses, Monseñor Charbel Merhi, quien exaltó y puso como ejemplo el amor y respeto que tenía Pablo Yaryura por la memoria de sus mayores y que, entre otras formas, lo expresaba en los vínculos que siempre mantuvo con la provincia de San Luis y con el lejano Líbano.
También, se hizo presente el Padre Roger Rajeha, de la Parroquia Nstra Sra. del Líbano (Villa Lynch), quien con sus oraciones tuvo similares conceptos.
Además, asistieron altas autoridades municipales, representantes de asociaciones y entidades zonales e innumerable cantidad de vecinos y amigos con quienes solía conversar animadamente en sus incansables caminatas por las calles de Caseros.