Esta historia nació hace 52 años… aún un poco más si sumáramos el tiempo de noviazgo. Nació, agregamos, cuando María del Carmen Chiche Suarez y Mario Alonso se miraron a los ojos y se dijeron “¡Sí, quiero!”.

La pareja se radicó en la calle Hornos, entre Carlos Tejedor y Angel Pini, y en la vereda plantó un retoño de tilo, aromática promesa de sosegada sombra y flores blancas.

Los años se sucedieron y tanto los hijos del matrimonio – Daniela y Leonardo – como el retoño fueron tomando altura.

Tiempo atrás, al ejemplar que luce la vereda de la calle Hornos hubo que suprimirle una rama. En el espacio que quedó libre, fue Mario el que estampó dos corazones con las iniciales del apodo de su esposa y la de su propio nombre.

Y fue Mario – cantor, bailarín, difusor  y presentador de veladas tangueras – quien nos confiesa: “Evidentemente, logré conmover a mi querida esposa; ella es la que insiste en que este detalle debe ser publicado para que sirva como ejemplo para las nuevas generaciones”.

Y, sí, Mario… como siempre, Chiche tiene razón.