Durante su permanencia impulsó obras – como el colegio Cristo Rey – que perduran hasta la actualidad

La religiosa – quien fue beatificada, el viernes 6 de  junio de 2003, durante una ceremonia presidida por Juan Pablo IIresidió en Caseros entre 1940 y 1952.

Había llegado a nuestro barrio a visitar a las hermanas de la congregación ‘Hijas de la Misericordia’, afincadas en Rauch y Triunvirato (Tropezón), en misión educativa.

Los conflictos generados por la segunda guerra mundial le impidieron el regreso a Europa.

LA QUINTA DE ROMERO BEAZLEY

María detectó las necesidades del pueblo de Caseros y decidió apelar a la solidaridad de la familia Romero Beazley, dueña de una vasta propiedad en nuestro barrio que utilizaban como lugar de veraneo, conocida como la “Quinta de Romero”.
Ante la solicitud de la madre Petkovic, esta familia donó una amplia franja de terreno con el objetivo de que en el lugar se construyera un colegio.

Respaldados por la madre superiora, Petkovic – quien se destacaba como una mujer fuerte y tenaz, de objetivos claros y metas precisas – los integrantes de la congregación iniciaron la construcción del colegio Cristo Rey que inauguró sus instalaciones, en avenida San Martin y Fray Justo Santa María de Oro, en 1943. También, bajo la dirección de la madre, el 31 de octubre de 1948 se abrieron las puertas de la bellísima Capilla Cristo Rey (foto).

Más allá de su trabajo en estas obras, la Madre, durante su estadía en Caseros, se dedicó de lleno a la formación de las religiosas preparándolas para las obras de la congregación.

ALGUNAS DE LAS ENSEÑANZAS QUE IMPARTIÓ EN CASEROS

  • ‘Nuestra misión específica consiste en hacer visible la misericordia y la bondad de Dios Padre con la vida y las obras apostólicas de evangelización, educación y caridad.
  • ‘Sabemos que nuestros alumnos son hijos de Dios y templos del Espíritu Santo; por eso, los respetamos y servimos porque así en ellos respetamos, amamos y servimos al mismo Señor’.
  • ‘Se debe formar la conciencia de los niños en el orden, la justicia, el perdón, la rectitud, la honestidad’.
  • ‘Formen su vida espiritual y moral porque sobre todas nuestras obras la primera es la educación espiritual de los niños pobres y abandonados en la fe’.

Su sentido de rectitud y amor a la verdad se manifiestan en los siguientes conceptos:

  • ‘La mentira es una debilidad de tal manera baja y vergonzosa que no se debería encontrar en ninguna religión’.
  • ‘Bienaventurado quien siempre y delante de todos dice la verdad. La verdad es la luz, la verdad es sinceridad. Guardémonos de la falta de sinceridad’.
  • ‘Cuando una persona quien mostrarse limpia y pura sin serlo interiormente, podrá simularlo al exterior, frente a las criaturas, pero delante de Dios se verá descubierta de su engaño… No ha de ser tolerada la falta de justicia o de sinceridad en las palabras o en los juicios’.

La madre Petkovic desarrolló su obra superando problemas de salud; debido a sus dolencias, dos veces debió ser internada en el hospital de Campo de Mayo.

SU VOCACIÓN

Había nacido el 10 de diciembre de 1892, en Croacia, en el seno de una familia acomodada. Desde su infancia, manifestó su misericordia hacia las necesidades y devoción a Dios.

Era apenas adolescente cuando, en forma privada y pese a la oposición de sus padres, decidió consagrarse enteramente a Dios y le prometió a Jesús su virginidad perpetua para trabajar y defender su Obra.

Tras la atroz primera guerra mundial que desgarró a Europa, María, ya con sus hábitos religiosos, dejo su entrañable ciudad natal con la misión de socorrer el clamor de los niños huérfanos, ancianos, desamparados, enfermos, hambrientos y dolientes.

LA CONGREGACIÓN

Con otras jóvenes, en 1920, María fundo la congregación ‘Hijas de la Misericordia’ a la que adhirió a la Orden Franciscana con fin de dedicarse totalmente a las obras altruistas. Con el tiempo, la congregación fue creciendo en integrantes y desempeño. Se fundaron escuelas, hospitales, hogares para huérfanos y ancianos.

En 1936, la madre recibió una carta que solicitaba religiosas para la Argentina. María respondió al pedido y envió un grupo de hermanas.

En 1940, dejó su Croacia para visitar nuestro país donde se quedó doce años. Desde Caseros, María extendió su obra a distintas provincias e, incluso, Paraguay, Chile y cuando regresó a Europa, se ocupó, desde Roma, de guiar las numerosas casas de la comunidad instaladas en el viejo continente y en América Latina.

En 1956, la congregación fundada por María Petkovic obtuvo el Derecho Pontificio. En 1961, afectada por un derrame cerebral, renunció al gobierno de la congregación. Falleció el 9 de julio de 1966.

PETCOVIK x PARAÍSO

En 1975, en su homenaje, la calle Paraíso, que linda con el colegio Cristo Rey, pasó a llamarse Madre María de Jesús Crucificado Petkovic.