“La ciencia y la técnica permitió al hombre una aventura prometedora: La Conquista del Mundo, la conquista de las cosas. Pero lo ha pagado a un precio paradójico y trágico, con un gran riesgo para su alma: El hombre ha terminado por COSIFICARSE.

“La crisis está a la vista del desastre ecológico, la destrucción del hombre. Berdiáyev, pensador ruso marxista, sostiene que tanto el supercapitalismo norteamericano como el supercolectivismo ruso, son dos abstracciones que se elaboran sobre la base de un hombre cosificado; y que el hombre en ambos casos, está alienado. No se debe elegir entre esas dos alternativas, hay una tercera, que es la de una comunidad a la escala del hombre, comunitaria…

“Ha habido muchas tentativas de buscar esta comunidad. En Israel, por ejemplo, el kibutz es una comuna donde un hombre enseña durante el día, teoría de Einstein, y durante otros días a la semana, ordeña las vacas. Esto parece una broma, pero es una idea muy profunda. El hombre reintegra lo mental y lo manual, lo racional y lo irracional, es un hombre ÍNTEGRO. No es un engranaje como lo era Charles Chaplin en Los Tiempos Modernos (…)

“Se escucha decir: “Ese kibutz fabrica zapatos, pero son diez veces más caros que los que fabrica la fábrica tal…”, he aquí lo interesante, ¿quién ha dicho que la misión del kibutz es fabricar zapatos baratos? La misión del kibutz es crear hombres de verdad; el hombre es quien nos debe de interesar, no los zapatos; la preservación del hombre INTEGRAL y no el costo de un par de zapatos.

Hoy se levantan edificios de treinta pisos en Madrid o Buenos Aires para que vivan en esos cubículos de cemento armado y aire acondicionado, niños que nunca verán el nacimiento de un caballo o la forma en que una gallina pone un huevo. Éstos llegarán a ser niños alienados y tristes, niños que mañana estarán en manos de psicoanalistas…”.

Ernesto Sábato (vecino de Santos Lugares)

1911 – 2011