DECADA DEL ’50. Obreros de la fábrica de muebles estilo provenzal Madrigano festejan, con sidra y choripán, la proximidad de fin de año.
La fábrica estaba ubicada sobre la calle Mitre, entre Hornos y Olavarría, y sus productos – sillas, mesas, roperos, sillones, etc. de gran calidad – fueron sumamente solicitados a lo largo de varias décadas. Se cuenta que uno de los factores de su éxito se produjo cuando el dirigible alemán Graff Zepelin sobrevoló Caseros y descendió en Campo de Mayo, en la mañana del 30 de junio de 1934, hace ya 80 años.
Ese sábado invernal, a uno de los empleados de la carpintería, el italiano Gualterio Bolognini (en la foto, con boina y anteojos redondos ) se le ocurrió exhibir los muebles en la vereda dado que la calle Mitre se encontraba inusualmente transitada por numerosísimos automóviles que se dirigían hasta Campo de Mayo para contemplar al fenómeno aeronáutico que había conmocionado al Buenos Aires de entonces. A quienes viajaban en los autos les llamó la atención los muebles exhibidos y, por lo tanto, se realizaron numerosas operaciones comerciales.
A partir de este episodio, a Gualterio empezaron a llamarlo Próspero porque, sostenían, su impulso de colocar los muebles sobre la vereda había generado la prosperidad de la empresa y de sus obreros.