Sostenida apenas por unos cables, la columna de alumbrado amenaza caerse sobre la vivienda ubicada en Ángel Pini y República. Es preciso que la Municipalidad de respuesta a esta muy peligrosa irregularidad, antes de que provoque un suceso fatal.
Esta mañana la esquina – habitualmente desbordada por la basura – amaneció despejada pero al mediodía ya comenzaba a insinuarse el nuevo montículo generado por los carritos que vuelcan allí, residuos que traen de otros lados. También, hay camiones que arrojan basura que recogen de ciertas empresas, a cambio de unos pesos.
En cuestión de horas, la esquina seguramente retornará a su estado de abandono causando todo tipo de inconvenientes. Cuando todo se torne insoportable, no faltará quien le prenda fuego al basural, harto de la fetidez. En estos repetidos casos, las llamas alcanzan tal voracidad que los bomberos deben acudir una y otra vez.
En estas inmediaciones residen vecinos y comerciantes agotados de convivir con semejante basural. Sus denuncias, aseguran, no son atendidas. Cuando se enfrentaron a quienes arrojan tantos despojos, fueron amenazados y golpeados. Por el temor, tienen que tragarse la indignación. Sucede desde hace muchos años.
Caseros, en un período de la gestión anterior, estuvo desbordada por la basura. Como en cada esquina, había un montículo (en su desesperación, los vecinos colocaban imágenes sagradas para desalentar a quienes arrojaban residuos), en ”Caseros y su Gente” , durante ese tiempo, nombramos a nuestro barrio como “Capital provincial de la basura”.
Es de esperar que este escenario no se repita. La actual gestión pudo solucionar un problema similar que, a lo largo de décadas, se había enquistado en el callejón Senador Ferro. Preguntamos: ¿Por qué no se puede hacer lo mismo en Ángel Pini y República.