HAY GENTE QUE ES ASÍ, TAN NECESARIA
By Caseros y su Gente

HAY GENTE QUE ES ASÍ, TAN NECESARIA

Fue en 2015 cuando se entregó por primera y única vez la distinción Vecino Solidario, reconocimiento impulsado por los integrantes de Vecinos por la Cultura y Formación Social de Tres de Febrero, en un concurrido acto realizado en el Centro Cultural Caseros, ubicado en el Edificio Torre. Dante Moroni, Julia María Urtasum, Luis Mariani y Nelly Perachino recibieron el galardón: una escultura creada por Laura Medinilla, artista plástica y docente de la Escuela Municipal de Arte y Comunicación (EMAC).
En aquella oportunidad, sobre este acontecimiento, publicamos en la revista Caseros y su Gente:

Tras expresar su agradecimiento a los asistentes al acto, Nelly Quintás – presidente de la entidad organizadora- señaló que «estamos reunidos para homenajear a buena gente» y subrayó que el objetivo del premio es distinguir a personas que, a su manera y desde su lugar, con quehacer silencioso, «hacen mucho más linda la vida en nuestra querida patria chica».

Al respecto, leyó el hermoso poema Gente, de Hamlet Lima Quintana (con uno de sus versos, titulamos esta crónica).
Antes de entregárseles la estatuilla, se detallaron los motivos por los cuales los homenajeados eran acreedores al merecimiento.

Dante Moroni agradeció el reconocimiento y pidió a Dios «más salud para poder seguir ayudando a los demás».

Por su parte, Julia María Urtasun coincidió con la solicitud al Señor, por parte de su vecino Moroni e hizo reír a los concurrentes cuando señaló que fue ella quien creó el ya famoso «recen por mí», repetido por el Papa. «Yo ya lo decía antes que Francisco, le voy a reclamar la patente», expresó con alegría.

Luis Mariani anticipó que se sentía impactado por lo que había escuchado sobre el trabajo solidario que realizan sus compañeros de premio. Fundamentó: «Lo mío puede considerarse como ayuda económica pero no deja de ser plata; ellos, ponen su tiempo, su cuerpo, su esfuerzo físico…». El empresario -quien no ocultaba su emoción – prefirió subrayar la tarea de Dante, de Julia y de Nelly (de quien dijo «que es una de las personas que más admiro»), a detenerse sobre la suya.

Nelly Perachino, a su vez, resaltó que «hay muchas formas de ser solidarias, estando presente al lado de quien lo necesita, tomándole la mano, ocupándose de sus carencias, haciendo una llamada, comprando una rifa para beneficencia…». Extendió su mirada a los presentes y dijo que de alguna manera «todos podemos ser solidarios».

¿POR QUÉ RECIBIERON LA DISTINCIÓN?

DANTE MORONI. Tiene 90 años, vive en Bonifacini y Lisandro Medina. Perteneció a la Aeronáutica. Se sabe protegido por el hijo que Dios le llevó hace mucho tiempo y por Haydeé, también fallecida, «la mujer más bella que vieron mis ojos». También por su hijo David, quien siempre está pendiente de él. Al retirarse de la Aeronáutica, se dedicó desinteresadamente a ayudar las viudas de sus compañeros de arma asesorándolas sobre la burocrática tarea de la sucesión. Su labor es denominada – especialmente en España – coma albacea y entre los militares es como un mandato que Dante generosamente continua cumpliendo. Además, visita enfermos y acompaña a quienes viven en soledad. Cuando se lo cruza en la calle – acostumbra hacerlo apoyándose en un cayado precario o en bicicleta – y se le pregunta “¿Cómo anda, Dante?», invariablemente responde: «Espléndido, la vida es bella!».

JULIA MARIA URTASUN.
A sus impecables 84 años, vive en la calle De Tata, entre av. San Martín y Lisandro Medina. Junto al amor de su vida, Joaquín (f.), el matrimonio tuvo tres hijos, nietos y bisnietos. Es traductora de trancés. Se la puede ver caminando por Caseros, siempre apurada, sonriente. Es dueña de una bella mirada celeste, llena de amor. Demuestra su espíritu solidario brindándose continuamente a los demás. Hace tres décadas que es parte de la feligresía de la capilla Sagrado Corazón (Caseros), donde junto al párroco administra la Eucaristía, y también del Santuario de Lourdes. Visita enfermos y concurre a darles de comer a las personas enfermas que carecen de familiares. Cuando alguien quiere recompensarla por sus atenciones, sonríe y dice: «Muchas gracias pero no… a mí me recompensa ‘el de arriba’ que es más generoso».

LUIS MARIANI
Es caserino de pura cepa. A sus 75 años, vive en Cavassa y Urquiza. Conoció a Noelia y tras cinco años de noviazgo se casaron para siempre. Tuvieron dos hijos: Claudia y Luis. Es el titular de la empresa «Noly» que brinda trabajo a centenares de personas. Junto a su esposa y sus hijos, enfrentó escollos económicos de todo tipo hasta arribar a la presente actualidad. Y, dolorosamente, la familia, debió superar la perdida temprana de Luisito. Luis Mariani canaliza su solidaridad a través del Rotary Club Caseros Sur – entidad que integra – y también, a través de numerosas entidades intermedias como hospitales, centros de jubilados, comederos comunitarios, escuelas, etc. Siempre está colaborando con el barrio porque entiende que las entidades con las que colabora, están trabajando para mejorar la vida cotidiana.

NELLY PERACHINO
Santafesina de nacimiento, tiene 85 años. Se instaló en Caseros-junto al recordado Juan Perachino, su fallecido esposo – hace más de medio siglo. El matrimonio fundó la hoy ya legendaria Tienda Perachino. Paralelamente a su actividad comercial, Adelina Herminia Nélida Magari (su nombre verdadero), quien ya se había desempeñado como maestra rural, continuó ejerciendo la docencia en distintas escuelas; entre ellas, la ubicada en el Barrio Evita, establecimiento de donde guarda los mejores recuerdos. A la vez, se incorporó a distintas entidades de bien público: Asociación Fomento de Caseros, Rotary Club Caseros, Docentes Jubilados y Pensionados, Asociación Caseros Centenaria, Biblioteca Mitre, cooperadoras de hospitales, etc. A través del Banco Rotario de Elementos Ortopédicos, se dedica a conseguir muletas, camas, sillas de ruedas, etc. que carga en su auto y lleva a quienes los necesitan, tras encargarse personalmente de los trámites y el papeleo. Su lema es «Dar y dar todo el tiempo». Tiene la virtud de no herir jamás a nadie con una palabra desubicada. Respeta las ideas y el pensamiento de los demás. Tiene dos hijos – Susana y Horacio – cinco nietos y cuatro bisnietos.

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