Fue en el otoño de 1952 cuando los esposos Élida Fischetti y Alejo Cardoso (foto) inauguraron el establecimiento educativo de la calle De Tata, entre av. San Martín y Rauch. A lo largo de 69 años, son innumerables los alumnos que frecuentaron sus aulas.

Relacionado a la historia del colegio, cuando, en 2002, se cumplió el medio siglo de trayectoria, en www.institutocardoso.com.ar se difundió, entre otros comentarios, lo siguiente:

“Nacida en el seno de una familia de docentes, la vocación de la educación prendió fuertemente en la señora Élida Fischetti, quien poseía un gran espíritu de servicio, heredado seguramente de su padre – Francisco Fischetti – quien no sólo albergó en su garage a los alumnos de su hija, sino, también les ofreció sus clases de matemática.

Alejo Cardoso, esposo de Elida, idealista, pedagogo, aunó su afición impostergable a la de su esposa. El matrimonio de firmes convicciones, unido por amor y por igual vocación docente sentó las bases de una institución diferente: el 28 de abril de 1952 abrió las puertas del Instituto Cardoso en la casa familiar, concretando de esta manera un PROYECTO DE VIDA.

“La institución comenzó con todos los grados de primero a sexto, con todas las materias incluidas: Música, Educación Física, Dibujo, Pintura, Teatro leído, Carpintería, Cestería, Inglés… los alumnos, al finalizar el año, eran llevados a rendir examen al Instituto Argentino Norteamericano.

“Desde sus inicios, fue una escuela de avanzada donde el aprendizaje estuvo y está incentivado con alegría, realizado en un clima familiar y en libertad. Se introdujeron charlas orientadoras  los padres para que, juntos, puedan acompañar las dificultades que se presentan en las distintas etapas de crecimiento.

“El instituto Cardoso tuvo, desde sus inicios, a profesionales en el gabinete psicopedagógico, sus consultores fueron Eva Giberti y Florencio Escardó. El Jardín de Infantes fue uno de los primeros que se inauguró en la zona, contando con docentes especializados en el nivel.

“Fieles a una línea de conducta y a sus convicciones acerca de lo que debía ser la educación, a pesar de los contratiempos, siguieron adelante viendo crecer su querida escuela y a sus cuatro hijas: Gabriela, Berta, Hebe y Alejandra. Ellas vivieron el amor y la pasión por enseñar; rodeadas por este clima tan especial, las cuatro eligieron el camino de la docencia. Año a año, la casa familiar fue modificándose, reduciéndose sus espacios a medida que las necesidades edilicias de la escuela lo iban requiriendo.

“Finalmente, la familia Cardoso debió mudarse y la casa fue absorbida totalmente por la escuela. El instituto continuó creciendo con la implementación del nivel secundario, creado en 1991. Sus fundadores, con el correr de los años, dejaron las aulas para dedicarse a guiar y transmitir la continuación de su obra. Sus hijas, comenzaron a ser protagonistas de este sólido proyecto, abriendo nuevos caminos, enriqueciendo y consolidando cada uno de sus niveles: Inicial, con Jardín Maternal e Infantes; EGB y Polimodal.

“Es una escuela diferente que apostó a que sus alumnos lograran ser personas íntegras, pensantes, criticas, sostenidas por el afecto como pilar primordial del ser humano”.

 

 

1952. Así era el instituto Cardoso.