Con este título en tipografía llamativa, Infobae difundió entre sus millones de seguidores, la trayectoria de este muy conocido local ubicado en  De Tata (actual Pdte. Perón) y Cervantes.

La crónica reproduce que el emprendimiento surgió en 1965 para interesar a los trabajadores de la planta SOMECA (firma de donde surgió el primer fitito argentino).

La llegada de la empresa, en los ‘50, había transformado a este rincón caserino donde se empezó a comercializar con negocios de comidas y bebidas para obreros y empleados.

“Uno de los negocios que estaba era el almacén de Doña María y Don Francisco, quienes empezaron a vender sándwiches y bebidas. Con el paso de los años fundaron un bar al lado del almacén a cargo del sobrino de Francisco, Carlos Papaianni, y así nació lo que es hoy Copetín Fiat”, detalla la crónica publicada por Infobae.

“Pero Carlos no lo hizo solo. Contó con la ayuda de su hermano Antonio, quien quedó al mando hasta finales de los 70 junto a su mujer Beatriz y luego con su hijo Gregorio, al frente hasta el día de hoy”, se agrega.

El nombre del bodegón, se precisa, surge de la fábrica que generó la oportunidad. “No hay mucho o casi nada referido al automovilismo. La cercanía y darle de comer a obreros, empleados, directivos, proveedores y clientes de una automotriz es el nexo más fuerte con esa actividad que tiene el bar”, explicó Gregorio a Infobae.

También es Gregorio quien recordó “que en un principio este bodegón servía mayormente sándwiches de fiambre, de milanesa, hamburguesas y algo para picar”.

Más adelante, fue la habilidad culinaria de Beatriz quien “sumó la famosa tarta de ricota y también platos salados como tartas, empanadas y algunas pastas como canelones o lasañas”.

Se destaca que lo más requerido son los “sándwiches de bondiola o paleta braseadas, los guisos de otoño/invierno, las empanadas fritas, las tartas de verduras asadas, los arancinis y en lo dulce la tarta de ricota, los cannelés, los macarons, la crack pie de dulce de leche, cheesecake helado y la última incorporación, los choux, profiteroles con craquelin rellenos de diferentes cremas y salsas”.

En el más de más de medio siglo de trayectoria, fueron numerosas las personalidades que dijeron presente en el copetín: Gastón Perkins, Cocho López, Gabriel Raies, Alfredo Graciani, María O’Donnell y Emiliano Pinzón; también los intendentes Hugo Curto y Diego Valenzuela.

Debe agregarse el ex presidente Mauricio Macri, quien, en su época en Sevel, “venía con su chofer, bajaban y se compraban un sándwich de milanesa, y seguían camino”.

Otro habitué era su hermano Mariano, quien “al terminar de comer levantaba los platos, sacaba la mesa a la vereda y se armaba su propia mesa. Recuerdo que lo criticaban porque venía a comer acá y estaba con los empleados, lo veían como un bicho raro”, dijo Gregorio.

La crónica publicada por Infobae señala que “el año pasado, con la llegada de la pandemia del coronavirus, tuvieron que afrontar algunos cambios. Sin embargo, cuentan que “nunca cerraron del todo”, aunque sí modificaron la dinámica del negocio”.