Estos recipientes de cemento fueron apostados en la calle Valentín Gómez, entre av. San Martín y 3 de Febrero, frente a la Plazoleta de las Artes.

El lugar es agradable, posee frondosos árboles, obras de arte y mobiliario urbano. Un espacio público ideal para leer, tomar algo o charlar al aire libre. Hace poco tiempo fue renovado en su totalidad.

Tiene un problema: algunos vándalos se encargan de destrozar lo que tienen a su alcance, ya sea bancos, mesas, esculturas, plantas. En especial, se ensañan con los sólidos receptáculos para basura; por lo tanto, especialmente los fines de semana, el espacio muestra un extendido desparramo de residuos de todo tipo que es provocado por quienes se suponen, luego de utilizarlo, nada les cuesta arrojar los sobrantes en los lugares adecuados. Pero, no. Eligen arrojarlos al suelo, desprolijamente, generando un abandono total.

A esto, debe sumarse que algunos locales gastronómicos (que imaginamos cercanos), también lanzan los deshechos en la plazoleta.
Desconocemos si el espacio tiene cámaras y da bronca que éstas deban ser necesarias para controlar algo tan simple como que los vecinos no sean mugrientos. Pero tal vez, sea la única manera de que la Municipalidad pueda actuar y encajar flor de multa a los infractores.