“A pesar de que es el tipo de cáncer más frecuente en varones, sólo tres de cada 10 argentinos mayores de 50 años se hace el chequeo anual. Entre las causas se encuentran los prejuicios de género”, detalla la agencia de noticias Telam.

Y agrega que “el 75% de los que nunca se lo realizaron tampoco están considerando hacerlo, según un relevamiento difundido por la Fundación Atención Comunitaria Integral.

La enorme cantidad de hombres que no controlan su próstata es alarmante, sobre todo porque no es una conducta exclusiva de situación de pandemia sino un compartimiento habitual”, se alerta.

NO ALCANZA CON EL PSA

También se advierte que para urólogo Matías Caradonti, el otro elemento que incide para la postergación de las consultas es “la desinformación” en quienes creen que basta “con un análisis bioquímico del Antígeno Prostático Específico (PSA) para prevenir el cáncer y otras enfermedades de la próstata”.

“Es que el PSA da un valor bioquímico para un indicador cuyos valores normales se ubican entre 0 y 4 pero hay muchos pacientes que tienen cáncer de próstata con menos de 4 y hay otros que no tienen, aunque sus valores sean mayores a 8 ó 9 porque por sí sólo esa variable no es determinante y se debe asociar con la ecografía – que sirve para ver el tamaño de la próstata – para determinar si es necesario un tacto rectal o una biopsia, que es lo único que tenemos para detectar un cáncer como patológico, se informa.

También se precisa “que hay un sesgo de género en la falta de controles que está dado por al menos tres cuestiones: primero la mujer comienza desde muy chica con los controles (ginecológicos) periódicos mientras que el varón tiene que hacérselos a partir de los 45 o 50 años, por lo que resulta más difícil su incorporación a esa edad.

En segundo lugar, al varón le da pudor, no le gusta controlarse porque supone que “él es fuerte y sano solamente por ser hombre”.

En tercer lugar persiste el temor o el tabú del tacto rectal.

Fuente: TELAM