Roberto Daniel Pocho Mastronardi (74), es un vecino alto, robusto, afable, titular, junto a su hermano Raúl, de la Balanza Pública “Mastronardi Hnos.”, ubicada en sarmiento y Garay, en Villa Pineral.

Pocho siente una gran afición por los carros y los caballos, inclinación que lo empuja a desfilar en las convocatorias campestres que se organizan en los pueblos del interior o, incluso, en la Rural porteña.
(Era de su propiedad el fileteado carro que estaba apostado en Urquiza y David Magdalena, frente al restaurante Esquinazo).

POCHO, UNO DE LOS ÚLTIMOS SILLEROS

Este metejón por los carros tiene cierta relación con el trabajo ejercido por su padre, su abuelo, su tío y hasta por su padrino; todos ellos – incluso el mismo Pocho (foto) – fueron silleros (se los llamaban también plumereros, escoberos, etc).

Así se denominaban a quienes conducían aquellos carretones sobrecargados de artículos de mimbre y paja, escobillones, reposeras, plumeros y afines. Carros que parecían movilizarse solos ya que la desbordada carga ocultaba la presencia del conductor.

El tiempo, el cambio de costumbres, la agilidad del tránsito, borraron de nuestras calles el paso semanal de los silleros. Quedaron como una postal de los barrios de ayer.