Sucedía en todos los barrios (en algunos, quizá todavía continua sucediendo). Acontecía cada 25 de mayo o 9 de julio u otro feriado patrio.
El día elegido se organizaba un partido de solteros contra casados. Por un lado, un equipo de muchachos frescos, ágiles, con melenas pletóricas.
Por el otro, un rejuntado de señores con panza incipiente o decidida, pelada insinuante y achaques en avance.
Siempre fue un misterio por qué la contienda, la mayoría de las veces, concluía con el triunfo de quienes habían ya firmado en el Registro Civil.
Quizá las mañas, las picardías, la experiencia (la complicidad del árbitro no se descarta) o vaya a saberse cuáles condiciones eran los factores que primaban sobre los hijos del viento, quienes no podían creer lo que les había ocurrido. El resultado del partido entre la muchachada que paraba en Puan y Lisandro de la Torre (en la esquina de la farmacia) y que se disputó en la canchita de Puan y Lamadrid (actual plaza Sargento Cabral) reafirma la estadística.
Tras finalizar el encuentro, se realizaba un asado flor donde no escaseaba el vino en damajuana y las cargadas infinitas que debían soportar los muchachos célibes.
Se dice que algunos jóvenes apuraron su matrimonio solamente para cambiar de equipo. No sé, se dice.
EN LA FOTO
CASADOS. PARADOS: ALFREDO ADAN, CARLOS PAREDES, JUAN VENEZIA, ALFREDO GOULD, TEVEZ, (?) Y ANGEL (REFEREE). AGACHADOS: PEPE TORRES, ATILIO, MARIO, HECTOR LENCINA, (¿) Y (¿).
SOLTEROS. PARADOS: TANO MARIO, RAMON GONZALEZ, STANCO, GALLO, MIGUEL ALONSO, ANGEL Y ANGEL. AGACHADOS: ENRIQUE, MANUEL LENCINA, MUÑOZ, RODRIGUEZ Y EL TANO BRUNO.