El conocido fileteador caserino Luis Spina me sorprendió en cierta oportunidad: “El auto me pidió que contara su historia”.
¿Qué auto le realizó tal solicitud?
Pues, un Ford Falcon, modelo ’75, que nuestro entrevistado guarda celosamente en su taller de avenida San Martín, casi esquina Rebizzo. El vehículo está totalmente forrado en vinilo, un autoadhesivo de origen nacional y, para más datos, aseguró Luis, caserino.
Tratemos de describirlo: el revestimiento de la carrocería está dividido en cuatro partes; cada cuarto es, a entender de su propietario, representativo de lo que fue el Ford Falcon: ‘patrullero policial, sprint, taxímetro y turismo carretera’ .
Detalló, Spina: ‘Al auto lo compré usado en el ’90. El 12 de mayo de 2002 empecé a revestirlo con vinilo porque quería contar, sobre el mismo auto, la historia del Ford Falcon, el gran clásico argentino…’.
Mientras avanzaba en su metamorfosis, Luis fue descubriendo que, de alguna manera, el coche le iba susurrando la disposición de los paños adhesivos. Así, fueron surgiendo las distintas ocupaciones del Falcon en la Argentina (obviando, por supuesto, la siniestra trayectoria de los Falcon verdes).
Del taller de Spina, el vehículo partió a una muestra automovilística organizada por la gente del Cuartel Caseros de Bomberos Voluntarios. Luego, fue exhibido en el Museo del Automóvil y, con singular suceso, en una exposición realizada en Costa Salguero.
‘De entre 250 autos fue el único que fue instalado sobre una plataforma giratoria’, recordó Luis con orgullo apenas disimulado. También, participó en una caravana de autos Ford donde el presidente de la filial argentina se fotografió al lado del coche caserino.
Si bien todos son gratos episodios vividos por Spina, sin dudas, el que se lleva las palmas es el siguiente: ‘Fue en el autódromo, cuando se realizó un homenaje a Oscar Gálvez y desfilaron varios autos deportivos de renombre. Ese día, habría 40.000 personas en las tribunas y yo desfilé escoltando al famoso Torino que compitió en Nurburgring… cuando pasé por al lado de la hinchada de Ford, empezaron a gritar, a aplaudir, a revolear las remeras…. fue una locura…. lo recuerdo y todavía se me eriza la piel’.
A través de sus exhibiciones, el Falcon caserino ganó numerosas distinciones y fue nota en diarios, revistas y hasta en el programa televisivo ‘El Garage’.
Casado con Jimena, Luis – vecino de av. San Martín y Guaminí – tiene dos hijas: Yasmín y Ángeles. ‘A mi familia, le agradezco que me haya acompañado en este berretín. A quienes también les doy las gracias es al Cuartel Caseros de Bomberos Voluntarios, a la gente del Museo del Automóvil y al fabricante de vinilo FAIP, una industria de Caseros, que me regaló doce rollos de adhesivo‘.