“Vecino, sabemos que estos tiempos no son proclives para que uno ande mirando los árboles. Pero le pedimos que haga una excepción: si anda por la calle Kennedy, levante la vista y se va a encontrar con una serie de árboles conocidos como “palo borracho”, publicamos hace un tiempo en este mismo espacio.

Y agregamos: “Sepa, entonces, vecino, que esos ejemplares están ahí porque alguna vez los plantó Raúl Pocho Roveta, ya fallecido, quien se encargó, durante años, de regarlos, cuidarlos, protegerlos ante las plagas, etc.”

Concluimos la nota detallando que “Pocho – que residía sobre Kennedy, entre Hornos y Olavarría – cuando enterró los retoños, desconocía si los iba a disfrutar cuando alcanzaran su esplendor. Igualmente, no cejó en su tarea. Preguntamos: ¡¿Cómo sería Caseros si todos nos comportáramos con esa generosidad y amor por el barrio!?”.

En aquella crónica nos referimos al arbolado tramo de la calle Kennedy que refleja la imagen y donde está proyectado construir un sendero aeróbico, paralelo a las vías del ferrocarril, que intenta conectar la estación El Palomar con la calle Hornos. Sendero que actualmente se encuentra trunco a la altura del pasaje Galván porque para extenderlo sería preciso talar los árboles.

El dilema surge porque parece difícil que la empresa ferroviaria acceda a correr el alambrado como para permitir ampliar el espacio. Y, por otro lado, sería penoso que se extrajeran los ejemplares que Pocho Roveta, con tanto esfuerzo, legó a la comunidad.