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Cristian Lillo, el volante que tanto transpira talento como solidaridad

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Fueron testigos de sus primeros pelotazos las veredas de la calle Carlos Tejedor, entre Cavassa y David Magdalena.

Los segundos pelotazos –  para alivio del vecindario – fueron en la Sociedad de Fomento Alianza (SFA), la institución de México y Nuestra Señora de La Merced.

El rubiecito pronto se destacó por la garra, no exenta de talento, y se animó a probarse en River, Ferro hasta recalar nuevamente en Caseros donde, en la séptima,  se calzó la blanquinegra del Estudiantes de Lisandro de la Torre y Urquiza.

Debutó en primera en 2004 y fue titular en el equipo que se consagró campeón en diciembre de 2006.

Ex alumno de los colegios Nuestra Señora de La Merced, de la Escuela 45 y también del Instituto Abate José Rey, el hijo de Alicia y Miguel Ángel, el hermano de Hernán, está casado con Yamila y tiene un hijo.

Hoy recorre sus 37 años y desde hace ocho temporadas defiende la casaca de Deportivo Morón, tras pasar por Platense, Ferro y el futbol mexicano. 

Sin embargo, jamás olvidó a la SFA de su niñez. “Todo ese tiempo fue muy bueno para mí. Me quedaron muchos recuerdos lindos y muchos amigos de esa época”, nos señaló en cierta oportunidad.

Da prueba de este afecto sus continuas visitas a la entidad de Villa Alianza, donde incluso, como su padre, ejerce tareas como directivo.

Su compromiso social lo empujó, durante la cuarentena, a colaborar en la organización de  ollas populares en la sede de la calle México 2881, a más de 1000 vecinos del barrio.

EL NUEVO GIMNASIO

Días atrás, luego de mucho esfuerzo, quedó inaugurado – con la presencia de Diego Valenzuela y otros funcionarios – un gimnasio construido en la terraza. El nuevo espacio deportivo empezó a concretarse mientras Cristian cumplía con el rol de presidente de la SFA.

«Lo hicimos con recursos propios y subsidios de la Nación y el Municipio», subrayó el aguerrido mediocampista.

«Quiero devolver un poco de lo que me dieron en mi infancia. Es importante que los chicos estén en un club haciendo deporte y no expuestos a los peligros que supone la calle», manifestó Lillo.

Además, señaló que le dedica todo el tiempo que puede a la entidad y destacó la ayuda que brindan los  directivos, puesto que todos hacen «lo mejor sin importar los cargos».

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