Algunos exagerados afirman que Caseros es poseedor de un microclima que favorece la longevidad. Nos parece un pensamiento audaz. Pero en cuanto nos encontramos con Fernando Héctor Larumbe, quien acaba de cumplir ¡98 años!, nos dan ganas de sumarnos a la audacia aludida.

Alguna vez, tuvimos el gusto de entrevistar a nuestro vecino de la calle 3 de Febrero, entre La Merced y Moreno,  y nos dijo lo siguiente:

MI QUERIDO ABUELO

  • Manuel Estol– era un catalán que llegó a Caseros a fines del siglo 19. Fue mi amigo, mi maestro, mi compañero. Me enseñó a jugar ajedrez… hasta se dejaba ganar. Era sereno, muy respetuoso, tenía una gran paz interior. Nuestro cariño era mutuo, enorme. Siempre me preguntaba: “¿Qué tenés para mañana en la escuela?” y se ocupaba de quitarme las dudas. Le gustaba dar charlas sobre matemática, física, química. Falleció cuando yo tenía quince años. Lo lloré mucho. Mi abuelo me marcó la vida ¡Soy un hombre grande y sigo recordándolo!.

ALUMNO DE LA ESCUELA QUE ESTABA EN BELGRANO Y 3 DE FEBRERO

  • Fui a la escuela de Belgrano y 3 de Febrero. Íbamos hasta los sábados, inclusive. Cuando, en 1934, vino el Graf Zeppelín, todo el colegio subió a la terraza…
  • Al bajar, descubrimos que habían entrado ladrones.

EL CHALET LAS VIOLETAS

  • Mi abuelo tuvo cinco hijos y todos, con sus respectivas familias, vivieron en su casa: el chalet Las Violetas que tenía salida por dos calles, 3 de Febrero y Andrés Ferreyra. Se llamaba así porque en sus grandes canteros tenía canteros llenos de violetas. Tenía pinos, nogales, castaños, damascos, naranjos… La casa estaba ubicada en el centro de la manzana y era de dos plantas, de material y madera, como las que se veían en las películas norteamericanas. Sobre las calles laterales – Moreno y La Merced – vivían los Fiandra, Oberto, De Diego, Fransuá… Yo nací en esa casa: el medico partero fue el doctor Wenceslao H. De Tata, amigo de la familia… la ‘hache’ significa Hendelito.  Mi padre – Cecilio Larumbe – era empleado y mi madre – Raquel Estol– fue una conocida profesora de piano.

EL AVIÓN QUE SE CAYÓ EN 3 DE FEBRERO Y LA MERCED

  • Conocí a la calle 3 de Febrero cuando era de tierra. Me gustaba apoyarme sobre el cerco de madreselvas para ver pasar a los regimientos de caballería de Ciudadela. Recuerdo cuando en el ’31 se cayó un avión en 3 de Febrero y La Merced… por años, quedé traumatizado por ese accidente, tenía terror a los aviones. Hoy, por el contrario, siento pasión por volar.

DOCTOR EN QUÍMICA

  • Egresé de la Facultad de Ciencias como licenciado en Química y luego me doctoré. Al principio, ejercí mi profesión en forma privada hasta que ingresé en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Paralelamente, inicié mi carrera como profesor – cargo al que accedí por concurso, aclaro- y que ejercí hasta que cometí el delito de cumplir 65 años … la reglamentación me dijo que me tenía que y pase a figurar como profesor honorario. Por fortuna, Ia cátedra quedó en manos de una querida amiga de Caseros, Alicia Fabrizzio.

NACIONES UNIDAS

  • Mientras estuve en la CNEA, fui designado experto para las Naciones Unidas y así anduve por Perú, Ecuador, hasta que sobrevino eso de la edad: uno pasa a no servir justamente cuando más sirve. Mi tiempo libre, durante las misiones oficiales, lo utilizaba para dar clases en forma ad honorem porque la docencia la siento profundamente. Fui nombrado Profesor Honorario en la Facultad de Química y Farmacia de la Universidad de Ecuador. Durante un año fui becado en París y recibí varias ofertas para quedarme. Pero mi familia, mi barrio, mi gente estaba aquí y eso pudo más.

PROFESOR EN EL BARRIO EVITA (CASEROS)

  • De mi carrera docente, uno de los mejores recuerdos lo tengo de la época en que fui profesor del colegio de Perú y Guaminí (Barrio Evita). Once años estuve allí. Tenía un estudiantado muy humilde pero sumamente respetuoso, un respeto que no encontré en otros colegios supuestamente más encumbrados del centro de la Capital. Tuve que dejarlo para asumir funciones en la Universidad. La despedida de ese colegio fue lacrimógena. Cada tanto me encuentro con algunos de aquellos alumnos que me saludan con mucho afecto o que me dicen: “Usted es el culpable de mi inclinación por la química”. Fue una época muy linda donde siento que sembré en campo propicio. Siempre trate de enseñar química relacionándola con las cosas cotidianas porque decir de memoria una fórmula para nada sirve.

FUNDADOR DEL ROTARY CLUB CASEROS

  • Con Edmundo Rousset, estuvimos, durante dos años, organizando el Rotary Club Caseros en su casa de avenida San Martín, entre Moreno y La Merced. Rotary me brindo muchas satisfacciones porque es donde uno puede canalizar su vocación de servicio.

ECOLOGÍA

  • Mi dedicación por la ecología nace por los conocimientos adquiridos en mi profesión. El ser humano se mueve por el signo pesos y lo que está haciendo con el planeta es atroz. Hay señales alarmantes: inundaciones, recalentamiento del planeta, desprendimiento de témpanos colosales, islas barridas por el mar, pérdida de suelo fértil, talas irracionales… Con el agua lo que se está haciendo es terrible; no se piensa que sólo el uno por ciento del agua del planeta es la que se puede utilizar para beber… Hay quienes parecen decir: ¡“Qué me importa, total mañana ya no estaré más”! … es lo máximo del egoísmo no pensar en lo que vamos a dejar a nuestros hijos.

Nombre: Fernando Héctor Larumbe.

Edad: 98.

Esposa: Ada Iris Hernández.

Hija: Gabriela.

Nietos: Macarena y Nicolás.

Domicilio: 3 de Febrero, entre Moreno y La Merced.