Se cumple hoy el 90º aniversario de aquel suceso.
Aquel sábado del verano de 1933, el entonces pueblo de Caseros – que por entonces pertenecía (aunque sin ganas) al distrito de Gral. San Martín – concretaba un homenaje al General Justo José de Urquiza.
Tiempos en que en estos pagos predominaba una gran impronta urquicista por la cercanía con el epicentro de la gran batalla.
El homenaje al caudillo entrerriano fue una escultura con su imagen que se colocó en el medio del cruce de la ya adoquinada av. San Martín y la hoy av. Urquiza que, sospechamos, todavía era de tierra.
La obra fue impulsada por el Centro Cultural Culto a la Tradición, entidad que por aquellos años fue dirigida por Filomeno Acuña y Emilio Buceta, destacados pobladores de Caseros.
La escultura fue realizada por Juan Carlos Oliva Navarro, plástico de relevante trayectoria, quien residía en Caseros y accedió gratuitamente a realizarla.
ACTO INAUGURAL
La obra fue inaugurada durante un gran acto al que concurrieron vecinos, representantes de entidades medias y funcionarios.
Filomeno Acuña y el intendente Juan M. Guglialmelli, tuvieron a su cargo las palabras alusivas y se leyó la adhesión de Agustín P. Justo, presidente de las Nación. El concurrido acto culminó con un desfile militar.
A partir de ese sábado, la escultura comenzó a convertirse en obra referente de nuestro barrio.
TRASLADO A LA ESTACIÓN DE CASEROS Y LUEGO A LA PLAZA UNIDAD NACIONAL
Durante tres décadas, el monumento presidió el cruce de ambas avenidas.
Fue en 1963 cuando – imaginamos que para, agilizar la fluidez vehicular – el busto fue trasladado a la estación Caseros.
Más adelante, fue ubicado en la plaza Unidad Nacional.
Una noche de enero de 2003, la obra – esculpida en bronce – fue arrancada por manos anónimas que dejaron el pedestal vacío y saquearon esta historia para siempre.