Querida, conocida vecina de éste, nuestro barrio, Inés era caserina de pura cepa.
Hija del legendario diariero Alfonso Vega y de la peluquera María De Alba, Inés transcurrió su infancia – muy pegada a su querida hermanita menor, Any – en la casa paterna de la calle Urquiza, entre av. San Martín y 3 de Febrero. Tiempo en que en esa cuadra sobresalía el chalet del doctor Appollonio y acompañaban ese devenir la librería del Gordo Zas, la vinería El Rodeo, la bicicletería de Molina, el Mercado Modelo… Veredas que las niñitas Vega gastaban a puro triciclo, saltar la soga y trazar rayuelas.
Alumna de la escuela 45 y posteriormente del Liceo Nº 1… antes de continuar esta crónica, aclaremos: Inés se llevaba horrores con Matemática pero era apasionada con Humanidades. Lectora voraz (se inició con los diarios y revistas que repartía su papá), sus ojos se perdían repasando renglones ajenos… aunque también se atrevía a inventar los suyos. Pero lo cierto es que terminó la secundaria en el instituto La Merced, enojada con las ecuaciones.
Portadora de genes españoles le apetecía, como a toda la familia, cantar y bailar.
Sus veinte años la mostraron atractiva, llena de vida, simpática, características que cautivaron al empedernido soltero Quique Bellotti, galán de la época.
El matrimonio (foto) se radicó en la calle Hornos, entre Urquiza y Belgrano, donde nacieron sus tres hijos: Marcela, Gabriela y Pablo; con el tiempo, llegaron cinco nietitos.
Inés fue ama de casa, muy dedicada a los suyos y, también, se destacó por ser amiguera, muy sociable, de rodearse de afectos para compartir momentos cordiales.
Con el paso del tiempo y ya viuda, su salud se fue deteriorando. Las dificultades físicas le impedían recorrer su Caseros de siempre y sus ojos ya le negaban el placer de la lectura. Su enfermedad fue empeorando.
Falleció en el atardecer del pasado sábado 22 de junio. Residía en el Edificio Torre y tenía 80 años.
Dejó un grato recuerdo entre quienes tuvieron el gusto de conocerla.
