Sucedió hace diez años, un 30 de noviembre como hoy pero de 2011.
Fue la noche en que Micaela Méndez, caserina de pura cepa, fue distinguida en el Teatro Colón – por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en el marco del programa de reconocimiento laboral ValorES.
CORO DE PACIENTES CON LESIONES CEREBRALES
Micaela – quien es fonoaudióloga – obtuvo el primer premio por su trabajo realizado en el Hospital Rocca donde formó y coordinó un coro de pacientes con lesiones cerebrales.
“Son personas que tienen trastornos de la comunicación, alteraciones motoras, problemas de memoria, atención, etc., como secuela de accidentes cerebro vasculares, traumatismos, Alzheimer, enfermedades degenerativas…”, nos contó nuestra vecina. Y agregó: “La melodía y el ritmo (música) están estrechamente ligados al lenguaje permitiendo expresar y decodificar emociones, sentimientos, intenciones, ideas, etc. La actividad musical beneficia psicoemocionalmente a los pacientes y favorece la comunicación.
“Luego de armar el coro – con pacientes internados o que concurrían a rehabilitarse – realicé una investigación para comprobar los beneficios del coro y observé que mejoraba, además del estado anímico, la memoria, la atención, la producción de las palabras, la voz, la respiración…”, detalló.
Programa ValorES (Compartir y Reconocer)
A través de una iniciativa de la Subsecretaría de Recursos Humanos del gobierno porteño – en el marco de la denominada Encuesta de Caracterizacion Cultural – se había invitado a todos los empleados a compartir historias y logros de compañeros, superiores, directores, funcionarios o grupos de trabajo, entre todos los empleados del GCABA.
Los jurados – integrados por funcionarios y trabajadores – eligieron diez historias finalistas – entre ellas, la de Micaela – tras una preselección de 250, entre todas las presentadas.
En el acto de premiación – que fue conducido por Teté Coustarot y que contó con la participación de altos funcionarios porteños – se llevó a cabo un espectáculo de ballet a cargo del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón.
¡QUE CANTE, QUE CANTE, QUE CANTE MICAELA…!
Cuando se anunció como ganadora a la historia que describe la labor de Micaela, fue invitada a subir al legendario escenario. Tras agradecer la distinción con la simpatía y frescura que la caracteriza, fue alentada a cantar por Tete, quien estaba advertida que la profesional caserina es dueña de una hermosa voz.
Nuestra vecina – la hija de Any Vega y el recordado Carlos Mono Méndez (f.), la hermana de Federico – nos confesó que le temblaron las piernas, que el corazón le galopaba, que se le nubló la vista y que, incluso, al principio, reconoce, algo desafinó… pero que juntó coraje y siguió y siguió cantando hasta recuperar el aplomo.
Tras un silencio expectante, el público la aplaudió de pie.
Y así fue que sucedió hace una década cuando en el escenario del mismísimo Teatro Colón, una chica de nuestro barrio, la que jugaba por la calle Belgrano concretó un sueño inolvidable.
El premio obtenido – una notebook – lo derivó al Hospital Rocca, para atención de sus pacientes.