Sucedió el miércoles 5 de mayo de 1999, se cumplen hoy 24 años.
La formación del ex Ferrocarril Urquiza había partido a las 18.58 de la estación Federico Lacroze, rumbo a General Lemos.
Se señala que fue en la estación Antonio Devoto cuando el conductor descendió para inspeccionar una irregularidad relacionada con las puertas.
Se estima que, segundos después, el guarda accionó el cierre de las puertas y el tren se puso automáticamente en marcha ante la desesperación del maquinista que en vano, intentó volver a subir.
El hombre notificó inmediatamente el conflicto a la empresa que con urgencia despejó el recorrido de la formación que se trasladaba a la deriva, cargando alrededor de 500 personas.
El convoy – que era rápido hasta Tropezón – no se detuvo en esta estación y, por el contrario, aceleró su marcha.
Alarmados, los pasajeros del primer vagón golpearon la puerta de la cabina. Nadie respondió. Alguien intentó accionar el freno de emergencia, sin resultado alguno.
El tren en tanto, pasó de largo, en forma rauda, la estación José María Bosch y parte del pasaje, de acuerdo a testimonios, entró en pánico.
Cuando el guarda tomó el mando de la formación, recién pudo frenarla en Martín Coronado.