EI sábado 9 de julio de 1960, los esposos María Margarita Suarez y Blas Mercado, rodeados de familiares y amigos, chocaban las copas e inauguraban un emprendimiento absolutamente original en Caseros: el primer negocio especializado en la comercialización de artículos para bebés y niños.
El local abrió sus puertas en la todavía adoquinada avenida San Martín, entre Urquiza y Valentín Gómez, frente al por entonces muy concurrido cine Urquiza y cuando todavía nadie imaginaba la construcción del túnel.
A pocos metros del flamante espacio comercial, lucía su prosperidad el pujante Banco Cooperativo de Caseros.
La iniciativa de promover un comercio de estas características fue de la inolvidable Margarita quien, sin conocer ni un poquito de marketing o de investigación de mercado, simplemente se preguntaba: “Cómo puede ser que para encontrar un lugar que tenga de todo para bebés o chicos, las vecinas de Caseros nos tengamos que trasladar hasta Beiró, Liniers o Flores?”.
Y así fue que aquel invernal Día de la Patria, los lugareños se sorprendieron con la apertura de un local donde podían encontrar coloridos rodados infantiles, cunas, charriots, juguetes y todo tipo de indumentaria para los más pequeños.
A lo largo de las décadas, el emprendimiento – que actualmente se encuentra a cargo de Martha, hija de sus fundadores – se fue consolidando hasta convertirse en uno de los comercios más queridos y tradicionales de nuestro barrio.
Sesenta y cinco años después de aquel 9 de julio inaugural, el local de avenida San Martín luce su elegante fisonomía y con el correr del tiempo, aquellos primeros clientitos hoy lo visitan con sus propios nietos.
Desde algún lugar, María Margarita debe estar sonriendo… y diciendo: “Vieron que yo tenía razón”.
Y sí, Margarita… tenías razón.
