Hoy se cumple un año del fallecimiento de Carmen Blosztein, vecina entrañable de Caseros y alma mater de la tradicional Farmacia Colón. Su partida, el miércoles 10 de julio de 2024, a los 82 años, víctima de una enfermedad repentina, dejó una huella profunda en quienes la conocieron y quisieron.
Corría la década del ’80 y estaba casada con Julio M. Untroib; el matrimonio tenía dos hijos pequeños, Pablo y Martín , y llevaba una vida apacible, marcada por la calidez de la vida hogareña.
Sin embargo, los vaivenes económicos del país empujaron a Carmen a desempolvar su título de farmacéutica. Fue así como, en los años ’80, adquirió el fondo de comercio de la farmacia Colón, en la ochava sudeste de Mitre y 3 de Febrero, botica que en 1955 había sido inaugurada por Carlos Hugo Burgstaller, paraguayo, autor del libro “La vuelta a los vegetales”.
Con empuje y estilo, Carmen no tardó en darle su sello personal, convirtiéndola en un punto de referencia barrial. Tiempo después, trasladó el local a la esquina de enfrente, donde aún funciona.
El temprano fallecimiento de Julio fue un duro golpe. Pero Carmen, con esa templanza que la caracterizaba, supo salir adelante.
Mujer elegante, desenvuelta, dueña de una seriedad que escondía una risa fácil y un humor chispeante, volvió a apostar a la vida y encontró el amor en una nueva pareja, con la coincidencia asombrosa de haber nacido el mismo día, mes y año que su primer compañero.
Hoy es su hijo Martín quien sostiene el legado detrás del mostrador, y quien resume mejor su historia: “Mi vieja tuvo una buena vida. Le gustaba viajar, la playa, broncearse, escuchar a Alberto Cortés… Y, sobre todo, tenía un carácter emprendedor… siempre fue para adelante”.
A un año de su partida, desde Caseros y su Gente la recordamos con afecto y gratitud. Carmen fue, sin duda, una mujer luminosa que dejó una marca en su comunidad.