Años ’50 en que fue tomada la foto que ilustra esta crónica. Por entonces, Caseros aún figuraba como una localidad más del distrito Gral. San Martín… pero poco faltaba para ser designada prestigiosa ciudad cabecera del municipio Tres de Febrero. Pero esta es otra historia.
Este condado, vecinos, supo estar muy surtido de bochófilos. Había canchas tanto en instituciones deportivas como en entidades fomentistas, almacenes, bares o en cualquier terrenito que lo permitiera.
Estaban las canchas del almacén El Cañón, el de La Merced y México (donde se filmó la película hoy de culto “Pelota de trapo”); el de Cavassa; las del bar Los Pichones, las del club Jota Jota, el 9 de Julio o las del club Villa Pineral (3 de Febrero, entre Cafferata y Rebizzo), cuyo equipo se luce en la imagen.
Las contiendas eran furibundas y especialmente en las tardes de los fines de semana, los bochazos aturdían la serenidad del pueblo. Hubo jugadores y equipos de admirable destreza.
Con el tiempo, la práctica de las bochas se fue apagando y el tejo lo fue reemplazando aunque nunca pudo empardar el fervor de su primo deportivo.
Arrimamos algunas preguntas: ¿Alguien podría decir qué encanto tenía jugar a las bochas? ¿Se jugaba por deporte (o también por plata)? ¿Se necesitaba mucha habilidad? ¿Algún vecino que haya alcanzado cierta fama en el barrio?
Por último: además de las canchas mencionadas ¿recordás alguna otra que se nos haya escapado en esta nota? – Si reconocés a alguno de lo que aparecen en la fotografía: ¿Cuál es su nombre y en qué lugar de la imagen está ubicado?
Gracias.
