Alguna vez, Caseros debería tener un museo que exponga reliquias históricas del barrio. En ese museo no podría 
faltar la mesita de luz que ofició como la primera caja de seguridad que tuvo el recordado Banco Cooperativo de Caseros.
En realidad, desconocemos si alguien todavía la tiene o desapareció absolutamente. Pero si aún permanece en algún lugar, debería resguardarse en tal museo. También el reloj cuya imagen acompaña esta nota. O las puertas de la entidad bancaria, parte de ellas todavía pueden observarse en la vivienda donde, en 1932, nació la institución: Andrés Ferreyra 2560, entre Urquiza y Valentín Gómez. 
En este caso, nos estamos refiriendo sólo a la entidad que durante décadas fue referente de nuestra ciudad. Pero desde ya, hay innumerables artículos, productos, fotografías, periódicos, revistas, banderines, campanas de colegios, butacas, pupitres, planos, folletos de remates, armas de la recordada batalla, etc. que fueron parte de la historia de Caseros.
