El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires informa evalúa positivamente la utilización de los 33 mil medidores de dióxido de carbono (CO2) que distribuyó en más de 13 mil escuelas estatales para la reducción del riesgo de transmisión de la COVID-19 en las aulas.
Se detalla que “un relevamiento reciente muestra que 7 de cada 10 escuelas (72%) tomaron medidas en relación a la ventilación como resultado de las mediciones, es decir, incrementaron la apertura de puertas y ventanas cuando registraron valores elevados de CO2, el gas que emitimos las personas al exhalar”.
Se precisa que especialistas sanitarios “indican que uno de los aprendizajes que dejó la pandemia a nivel global, y que ya tiene aval de la ciencia, es que la vía de contagio por aerosoles resulta preeminente”.
“Las partículas emitidas por las personas al respirar, hablar, estornudar o toser contienen dióxido de carbono y, si están enfermas, también diseminan virus”, explicó Enio García, jefe de asesores del ministerio de Salud bonaerense.
Se señala que “esas partículas permanecen suspendidas en el aire durante largos períodos que pueden alcanzar, incluso, las tres horas”.
Por lo tanto, los espacios cerrados propician la concentración de aerosoles y permanecer mucho tiempo en ellos sin ventilación provoca mayor riesgo de contagios.
“Por eso, la recomendación es medir el CO2 en el aire y tomar medidas de ventilación de los ambientes en caso de detectar que la concentración es superior a 400 ppm (partes por millón) en comparación con el nivel inicial”, se alerta.
Relevamiento
A fines de agosto, la dirección general de Cultura y Educación lanzó un relevamiento para las escuelas estatales bonaerenses con el objetivo de que evalúen la estrategia de los medidores de CO2.
Entre otros resultados, se destaca que 7 de cada 10 escuelas (72%) tomaron medidas en relación a la ventilación como resultado de las mediciones, e incrementaron la apertura de puertas/ventanas si los valores eran elevados (30,5%) o, por el contrario, establecieron una menor apertura para lograr mayor comodidad térmica con valores bajos de CO2 (65,5%). Sólo el 15% de los establecimientos reportó que alguna de todas las mediciones realizadas periódicamente superó los niveles recomendados (400 ppm por sobre el nivel del aula vacía), y logró solucionarlo con más aperturas de puertas y ventanas.
Desde el ministerio de Salud bonaerense se insiste en que es clave tener en cuenta que la ventilación es una medida complementaria de prevención y que es efectiva si, además, se mantienen el uso adecuado y permanente del tapaboca y nariz, si se evitan interacciones con otros grupos de estudiantes y si se cumple con la higiene de manos y la distancia social.
Otros países también lo implementan
Países como España, Italia, Estados Unidos e Irlanda incorporaron o recomendaron la utilización de los medidores de CO2 para reducir el impacto de la pandemia en las escuelas.