Fue un mediodía de noviembre de hace dos años. Carlitos Carrera, el dueño del popular Resto “Sheraton de Caseros” (declarado Notable por la gente de la Muni) no lo podía creer: quien acababa de ingresar a su restaurante de la calle Sarmiento, entre Belgrano y Moreno, era nada menos que Ricardo Bochini.

El legendario delantero de los diablos rojos ocupó una de las tan frecuentadas mesas y se devoró la tradicional milanesa, con fritas. Cuando el ex delantero terminó de almorzar y ya se retiraba, Carlitos – quien es fana pero bien fana de los rojos y El Bocha es su mayor ídolo – no lo dudó y se le tiró a los pies: le pidió foto y camiseta.

Por única vez en su trayectoria, Bochini no pudo gambetearla y tanto el fruto del clik de la cámara como una casaca roja – donde se lee “Para los amigos de La Ideal/ con todo cariño/ Ricardo Bochini”– se lucen ahora en las paredes del famoso restaurante de Caseros.