Se trató de mellizas que al nacer tuvieron que permanecer en dos incubadoras, ya que sólo tenían seis meses de gestación.
Una de ellas no tenía esperanzas de sobrevivir; estaba muy débil, sus posibilidades eran mínimas.
De repente, la jefa de enfermeras tuvo una brillante idea: contra las reglas del Servicio de Neonatología, ubicó a las mellizas juntas, en una misma incubadora.
Entonces sucedió un milagro; la bebé que estaba sana abrazó a su hermanita ya casi sin vida y el calor que emanaba de su cuerpo comenzó a regular la temperatura, el pulso y el ritmo cardíaco de su hermana.
Gracias a ese abrazo, hoy las mellizas viven y están sanas.
No olvidemos lo importante que es abrazar a quienes amamos y cuánto bien nos hace a todos abrigarnos el corazón con la calidez de un abrazo…
Un abrazo dice y hace muchísimo. Abrazá a los tuyos. Abrazá a tus seres queridos. Abrazá a tu amigo…
Fuente: Selecciones de Readers Digest