Recorrer su historia equivale a encontrarse con nombres y episodios entrañables de nuestro Caseros.

Es encontrarse a principios del siglo pasado, con un Villa Mathieu abrumado por calles de barro, zanjones, lagunas y baldíos.

Vacas, caballos, gallinas, perros, mariposas, sapos integran el paisaje junto a los escasos paisanos que empiezan a colonizar la villa.

En el actual pasaje Pazzelli (ex Irala), entre Parodi y Rebizzo, se levantaba un galpón calificado con cierta sorna como “habitáculo de vidas licenciosas”.

Es en 1926 cuando ese mismo galpón pasó a convertirse en un centro catequístico coordinado por las audaces hermanas de San Francisco Javier (Sáenz Peña) que se animaban a viajar hasta Caseros para misionar en parajes huérfanos todavía de refugio religioso.

CAPILLA SAN JOSÉ

En 1939, María Magdalena del Sagrado Corazón de Jesús Ezcurra y Elia – dueña del galpón – dona la propiedad y nace, en absoluta precariedad, la Capilla San José.

Fue entonces que Juan Bautista Pizzarello  – apoyado estrechamente por, entre otros, Josefina Sposi de Valmaggia, Bernardino Merello y Martín Fernandes D’Oliveira – se comprometió en refaccionarla para convertirla en un espacio presentable.

El 15 de marzo de 1942, el arzobispo de La Plata, monseñor Juan Pascual Chimento llegó a Caseros para bendecir la capilla y dar comienzo con la celebración de los Santos Oficios.

Durante el acto, en su discurso, Pizzarello señala que la obra pudo concretarse gracias al “producto de un plan de donaciones humildes de a 20, 30, 40, 50 centavos y un peso mensuales de los vecinos de aquí, de Caseros, y de Buenos Aires”.

Los años ’40, encuentran a los vecinos brindando su colaboración para construir, sobre la misma estructura, el futuro templo.

El arquitecto Cuomo se pone al frente del emprendimiento junto a José Pires, maestro mayor de obras. Cada avance registrado en la construcción es fruto de grandes esfuerzos dado que los recursos siempre fueron limitados.

Es recién en 1982, casi medio siglo más tarde, que la edificación puede calificarse como concluida, gracias a la terminación de los detalles a cargo de los vecinos Salvo y Andrea y al aporte de Camilo Rossi quien dona materiales.

En 1957, monseñor Miguel Raspanti, obispo de Morón, elevó la capilla a la categoría de parroquia y es tomada a cargo del padre Juan Bocalandro del Pino.

El sábado 3 de mayo de 1958 la parroquia es erigida canónicamente.