En la tarde del tormentoso martes 8 de junio de 1993, Mario Juan Cirelli murió electrocutado en la sede de la Sociedad de Fomento Alianza (Méjico y Nstra. Sra. de La Merced), entidad que presidía desde 1990.
Según se informó, Mario, en esa borrascosa jornada, intentó recoger unas lonas colgantes, apoyándose en un pilar cercano a un tanque de agua; probablemente resbaló y pisó la tapa del tanque, la cual, al romperse, produjo el fatal contacto con el cable del automático.
El doctor Cirelli – quien era médico del INTA – tenía 39 años y estaba casado con María del Carmen Rodríguez. El matrimonio tuvo tres hijos – Diego, Eliana y Emiliano – residía en la calle Moreno, entre Bolivia y España, en su Villa Alianza de siempre.
Durante su gestión al frente de la entidad fomentista, se había destacado por su empuje y había encarado una serie de obras que logró concretar. Era tanto su entusiasmo que podía encontrárselo tanto presidiendo una reunión directiva como cargando ladrillos para levantar una pared.
Quizás fue ese fervor por la entidad de sus amores el que lo haya impulsado, esa tarde turbulenta, a recoger, solo, esas lonas, episodio que causó su deceso.
Su fallecimiento causó gran congoja entre quienes lo conocieron, dolor que se tradujo en el cortejo fúnebre integrado por 70 autos y un micro repleto de vecinos.