Fue en la mañana del martes.  Una pareja que se encontraba a bordo de un Citroën C4 gris fue sorprendida por una banda de cinco delincuentes armados. Los asaltantes intentaron robar el vehículo que conducía Rubén, un mecánico que estaba probando el auto de un cliente. La situación, que en un principio parecía una más de tantas, tomó un giro inesperado cuando un móvil policial que se encontraba en las cercanías presenció el intento de robo.

El patrullero reaccionó al observar la situación, y uno de los oficiales dio la voz de alto a los delincuentes, quienes respondieron con disparos, lo que desató un tiroteo en plena calle.

En el intercambio de balas, cuatro de los delincuentes lograron huir en un Renault Kwid, vehículo que también había sido robado en la zona y que más tarde fue hallado abandonado en El Palomar. El quinto integrante de la banda, un joven de 17 años, fue abatido por la Policía.

Según testigos, una ambulancia del SAME llegó al lugar y confirmó la muerte del adolescente. Poco después, familiares del joven intentaron acercarse al cuerpo, lo que provocó tensos momentos entre ellos y los efectivos policiales. Las cámaras de televisión captaron una acalorada discusión entre la abuela y la madre del joven fallecido.

La abuela, visiblemente alterada, culpaba a su hija por la muerte de su nieto, reprochándole su aparente desatención y el haber permitido que su hijo se involucrara en actividades delictivas. La madre, por su parte, aseguraba que nunca había incitado a su hijo a delinquir. La tensión entre ambas creció al punto de que tuvieron que ser separadas por personas presentes en el lugar.