Hijo de Juan Soto y Rosa Vexina, Héctor – quien había nacido en el ’28, en la Quinta de los Vexina (Hornos y las vías del ferrocarril) fue el menor de siete hermanos. Desde pequeño, acompañaba a su padre lechero, en el reparto.

Más adelante, condujo uno de los taxis de la estación. Sumamente emprendedor, compró el legendario Bar Central que estaba instalado en la calle 3 de Febrero al 2600 (vereda impar), casi esquina Belgrano.

En 1958 – ya dueño de una fábrica de pastas- se casó con Josefa de los Santos; el matrimonio tuvo dos hijas.

En 1964, fue uno de los fundadores del Rotary Club Caseros.

Junto a su hermano Juan Carlos, inauguró la pinturería de Urquiza y Andrés Ferreyra (foto); este local fue antecesor de otras sucursales, ya en sociedad con su amigo Alfredo López.

Afable, bromista, cultivó la amistad de, entre otros, Enrique Ignacio Turkienicz Horacio Akiyoshi, Alberto y Ernesto Sanchís, Rubén Perrín

Se lo recuerda como a una persona recta, siempre dispuesta a escuchar, aconsejar y a tender una mano. Le gustaba mucho cocinar y contar chistes para darle alegría a los demás. Falleció en Caseros el sábado 7 de enero de 1995. Tenía 66 años.