Vecina de Caseros de pura cepa, Nora hizo la primaria y la secundaria en el Colegio Abate José Rey. Con el título de maestra jardinera bajo el brazo, fue una de las principales impulsoras del Jardín de Infantes del colegio de la calle Alberdi entre Hornos y Curapaligüe. Durante más de treinta años, este rincón fue su casa, su pasión, su vida.
No fue simplemente directora: fue el alma del Jardín. Trabajó con eficiencia y sobre todo, con amor. De esas personas que contagian entusiasmo y se hacen queridas sin proponérselo.
“Siempre tenía una idea nueva, siempre con ganas de ayudar”, la recuerda una compañera. Y así era: siempre con una sonrisa y risa que contagiaba.
Son muchas las historias que la tienen como protagonista. Y todas la muestran generosa, comprometida, alegre y siempre dispuesta.
Tras jubilarse, continuó activa: fue recepcionista de una profesional del barrio, sin perder el vínculo con la comunidad.
Nora tenía una hermana llamada Mabel y estaba casada con Mario Gaitán; el matrimonio tuvo dos hijos – Adrián y Mariana – y cinco nietos.
Falleció el jueves 16 de julio de 2020, a sus 68 años, víctima de un infarto.