Se dice que es un homenaje a un muchacho fallecido que le gustaba mirar la calle durante horas desde la terraza de su casa ubicada en la esquina mencionada. Que ese vecino había fallecido en un trágico episodio. Que en su homenaje, los vecinos habían solicitado que se apostara un mannequí que representara su figura, en esa terraza y mirando la avenida, como si controlara todo lo que está sucediendo en la transitada arteria.

Para confirmar lo antedicho, concurrimos a la casa de avenida San Martín, casi esq. Dante, tocamos el timbre y, amable, nos atendió el dueño de casa, Oscar Díaz De Maura, quien nos confirmó que tuvo un hermano – llamado Marcelo – que fue asesinado durante un episodio delictivo perpetrado, a principios de los años ’70, a pocas cuadras, donde la avenida se cruza con el pasaje Aristóbulo del Valle. Marcelo, quien trabajaba en una veterinaria cercana, tenía 34 años y perdió la vida frente a la casa de su novia.

Oscar – quien siempre residió en el mismo domicilio – nos dice que, con el tiempo, encontró tirado en una esquina el mannequí aludido y – sin motivo alguno – se le ocurrió colocarlo en el lugar en que se encuentra, ataviado de la forma en que todos podemos advertirlo: gorra, anteojos oscuros, uniforme de color anaranjado.
Oscar no ignora el rumor relatado al principio de esta crónica, pero desconoce absolutamente de qué forma se originó. “Cosas de barrio”, concluyó con una sonrisa.