Se reunían cada sábado por la tarde, en la biblioteca Alberdi.
Se trataba de una banda de mocitos y mocitas estudiantes que en los años ’40 integraron el denominado Grupo ALFA (Ateneo Literario Filosófico Alberdi).

Los jovencitos – abrumados de inquietudes culturales – en cada convocatoria recitaban, actuaban, cantaban, verseaban (en el buen sentido), debatían sobre cómo arreglar el mundo…

En general, se organizaba cada reunión para exponer sobre determinado tema pero su desarrollo entusiasmaba a los muchachos que, desbordados por el ímpetu juvenil, desviaba el propósito acordado por caminos impensados y las discusiones se hacían enardecidas desde el punto de vista de las ideas.

En otras oportunidades, se realizaban presentaciones musicales o pictóricas. También, se llevaba a cabo la denominada ‘revista oral’ que consistía en una exposición múltiple de noticias, en forma hablada, desde el escenario de la biblioteca Alberdi.

Por supuestos, no fueron pocos los romances nacidos en las populares tertulias; romances que, en algunos casos, concluyeron en matrimonios.

El Grupo Alfa fue impulsado por dos grandes colaboradores de la biblioteca: el ferroviario Mario Inserti y don Fernandes D’Oliveira.

Convengamos que los muchachos alfistas, a pesar de tantos debates y afines, no lograron arreglar el mundo. Pero, eso sí, que lo intentaron, lo intentaron… Bien por ellos.

¿QUIÉNES FUERON AQUELLOS MOCITOS Y MOCITAS?

Los hermanos Vilela, Luis Sanchís, Abel Stordeur, Víctor Salvador, Alfredo Ferro, los hermanos Torrea, Enrique García, Catalina Tangari, Ofelia Cervetto, Alejo Cardoso, Élida Fischetti, Hugo Gagliotti, Amílcar Herrera, Pedro Camilo López Ferraro

Faltan algunos nombres; si usted los recuerda, amigo lector, háganoslos llegar para completar la lista.