Caserino de pura cepa, Mario Rodolfo Tegli pinta 80 años y vive desde que nació en su casa de la calle Sabattini, casi esq. Lisandro Medina.
Integrante de una familia de cinco generaciones de músicos, su padre, Ambleto, fue trompetista, violinista, guitarrista y maestro en la Escuela General Lemos; su madre, Sara Alejandrina Rousset, muy reconocida profesora de piano en nuestra ciudad.
De guardapolvo blanco y almidonado, Marito cursó la primaria en la Escuela 45 (ex 83) y, con uniforme, fatigó la secundaria en el instituto Nuestra Señora de la Merced.
Pero retrocedamos un tiempito: apenas si se levantaba del suelo (cinco añitos), cuando aporreando el piano hogareño entabló las primeras relaciones con la música.
A sus doce, comenzó a estudiar con el profesor y concertista Oreste Castronuovo.
Y apenas si merodeaba sus quince primaveras cuando inició su camino artístico acompañando bandas de jazz tradicional. Desde ese momento, no paró más.
IMPRESIONA SU TRAYECTORIA:
· Actuó en los principales centros culturales de nuestro país: hoteles de primera línea como el Llao Llao, bares y confiterías notables como el Café Tortoni, restaurantes de fama como Clo Clo (grabó el CD “Tangos en Clo Clo”)…
· Participó en numerosos eventos culturales de la Ciudad de Buenos Aires, contratado por la Dirección de Cultura, y en congresos, convenciones, eventos empresarios y privados.
· Tocó junto a notables como Pablo Ziegler – también pianista caserino, músico de Astor Piazzola – Fats Fernández, Pancho Figueroa (Los Chalchaleros)…
· Ganó el premio Estrella de Mar 1998 (Mar del Plata), como pianista de la Orquesta Big Bang, de Horacio Malvicino.
· Interpretó su música en Ibiza durante tres años; dos años en Palmas de Mallorca y en numerosas capitales y ciudades de España. Siete almanaques acumuló en la península ibérica.
· Además, tecleó en toda Europa, en EEUU y también anduvo por Latinoamérica.
· Durante una década (2004/2014) fue contratado como pianista exclusivo de los cruceros Royal Caribbean y Princes. Recorrió con sus melodías prácticamente todos los mares del planeta; las islas del Caribe, China, Vietnam, Hong Kong, Alaska, países árabes guardan sones del pianista caserino.
Su talento artístico le permite incursionar por todos los géneros musicales. Recibió el premio SADAIC como compositor.
CASERINO DE ALMA ESPECIAL
Más allá de su internacional recorrido, nuestro vecino de la calle Sabattini siempre tuvo el sí fácil para participar en eventos locales; por lo tanto, sumó (y suma) su música a la mayoría de las instituciones barriales (bibliotecas, clubes, centros culturales, etc., de Caseros y alrededores); la mayoría de las veces, sólo con afán colaborativo.
Fue por esta parte de su trayectoria que días atrás, la gente de la Asociación Caseros Centenaria le entregó el Caserino de Alma Especial, en reconocimiento por su colaboración y compromiso con la vida institucional de nuestro barrio.
Con la bonhomía y sencillez que lo caracterizan, Mario agradeció el reconocimiento y con palabras enamoradas lo hizo extenso hacia su esposa Eva Sarka, profesora universitaria, con quien está casado “desde toda la vida”; el matrimonio tiene tres hijos y cinco nietos.
Por otro lado, preció su condición de caserino y su complacencia por tener los amigos de siempre con quienes se encuentra en el Roble Bar.
¿Cómo podemos concluir esta nota?… A ver… ¡Vamos Marito, todavía!.