Ángel Di María (37) vuelve a Rosario Central. Sí, Fideo – campeón del mundo 2022 – se pone de nuevo la camiseta canalla, esa que soñó desde chico mientras crecía en el barrio Churrasco.
Pero en esta nota, nos moviliza otra cuestión.
En una emotiva carta que tituló “Bajo la lluvia, en el frío, de noche”, Ángel alguna vez contó cómo fueron sus inicios.
Todo arrancó cuando su papá, fana de Newell’s, recibió un llamado del DT de Central para que Fideo fuera a probarse.
“Fue gracioso”, recordó, “porque mi mamá es enferma de Central y los clásicos en casa eran una guerra”.
El problema surgió cómo llevarlo a entrenar; no tenían auto y el predio quedaba a 9 km de casa. “¿Cómo lo vamos a llevar?”, se preguntaban. Pero su mamá, sin dudarlo, dijo: “¡Yo lo llevo!”.
Y así nació la historia de Graciela, una bicicleta amarilla y oxidada. Todos los días, sin importar si llovía, hacía frío o era de noche, la madre lo llevaba en bici a entrenar. Con él atrás, su hermanita adelante en un canastito modificado por el padre con una sierra, y la mochila llena de sueños, botines y algo para picar. Cruzaban barrios bravos, en subidas y bajadas, sin que ella aflojara nunca el pedal.
“Mi mamá sólo seguía pedaleando”, evocó Fideo.
En su Instagram, Di María posteó: “Y volvimos vieja. Agarrá la bici que volvemos a empezar. Te amo ma”.
Con este regreso, no solo vuelve crackque brilló en el Real Madrid, el PSG, el Benfica… a la cancha canalla: también vuelve el chico que lo dejó todo, acompañado siempre por esa bici y una madre que nunca paró de empujar sus sueños.