En las décadas del sesenta y setenta, el paso del sodero formaba parte del ritmo cotidiano de cada barrio. A caballo primero, en chatas de madera cargadas de sifones de vidrio, y más tarde en camiones ruidosos, los soderos recorrían las calles de tierra anunciando su llegada con un grito inconfundible: “¡Soderooo!”. Muchos vecinos aún recuerdan sus nombres, sus gestos, sus historias. Esta nota recupera la memoria de algunos (solo, algunos) de aquellos hombres trabajadores que con esfuerzo y constancia, marcaron una época entrañable del Caseros que fue.
Adamo
Boquette
Bracca Hnos
Burquet
Cachula
Challier Hnos
Coteto
Draletti
Martínez
Fedelli
Feijó
Forteza
Graso
La Carmelina
Lorefice
Lourdes
Manrique
Martínez
Montenegro
Murua
Pontiero
Quinterno
Ramírez
Razeto
Rugna Hnos
Safereiter
Scarinci
Scocco
Stella
Villares