Raudo pasaba, sin detenerse, por la estación Caseros. Desde el andén, los ocasionales espectadores apenas si imaginaban el lujo europeo de su interior.
Cumplió servicio entre los años ´60, ´70, algo de los ’80. Partía de la terminal Retiro y atravesaba Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Luis y Mendoza.
Se lo conocía como Expreso El Libertador; pertenecía al Ferrocarril General San Martín (FCGSM).
En temporada de verano corría tres veces por semana entre Retiro y Mendoza solamente; fuera de este periodo, dos de esas corridas eran condicionales.
Salía de Retiro a las 20.30 hs y tardaba 13 horas con paradas técnicas en Junín y Justo Daract.
La locomotora arrastraba coches camarote y pulman y contaba con restaurante, bar, cine y bandeja porta automóviles. Un hotel sobre rieles.

Los pasajeros, después de cenar en el coche comedor – restaurante (los maitres y mozos atendían con guantes blancos) – , concurrían a ver una película (siempre, admiten, era mala); luego, se dirigían al vagón/bar a tomar un café, quejarse durante un rato sobre lo males del país y, tras un amable ¡hasta mañana!, a dormir al camarote.
Imaginamos que el pasaje costaría unos pesitos pero ¡qué gustazo se habrán dado quienes pudieron viajar en ese tren! .