Quien fuera vecino de la calle La Merced (vivía al lado de la iglesia, donde hoy abre sus puertas el quiosco) y alumno de la Escuela Nº 2 (Urquiza y Lisandro de la Torre), en diálogo con Materia Prima (FM Plaza 92.1) abordó distintos temas de la actualidad.
El conductor de La venganza será terrible – que el viernes realizará su muy prestigioso programa en el Teatro Gran Pilar – aseguró que cada presentación es “para nosotros siempre un desafío, porque las funciones son siempre diferentes. Una cosa es hacerlo todas las semanas en algún lugar al que uno tiene la costumbre de ir, pero al hacerlo en diversas ciudades es distinto”.
Y agregó: “El tipo que vive en Pilar no va a Capital a tomar algo a la noche. El Gran Buenos Aires tiene su forma de reír, de hablar, una forma que no siempre ha estado reflejada en la literatura, el cine… Yo soy de Caseros y compartimos la misma línea”.
-¿Es un hombre de rutinas?
-En general no, pero la rutina se impone, porque el mundo de hoy, el capitalismo, es una colección de rutinas. Todas las cosas se hacen a intervalos regulares y, por más que uno tenga cierto afán de aventuras, la realidad lo va achatando. Uno se hace de unas regularidades que quizás sean indispensables para algunos momentos de la vida, pero achican los horizontes.
-¿Y eso con qué se combate?
-Para irse de la vida real están la fantasía, el arte… Creo que hay que salir a buscar aventuras en el aspecto más humano. Lo más cerca que estamos de la aventura es el conocimiento de las personas, el acercarte al otro para ver si sufre, si ama… Todo eso ayudaría a escapar de la rutina. Para eso se necesitan amigos o personas amadas, para salir fuera de los límites.
-¿Cómo ve la realidad social, política, cultural?
-La actualidad me asusta, es algo que mete miedo. Yo noto un exceso de charla y una falta de acción (…) Está lleno de tipos de la TV y las redes que charlan y charlan, cuando la cosa está brava, muy brava en serio, con gente que se muere, que no le alcanza para los remedios o los alimentos, gente que no alcanza a escudarse, que le faltan los requisitos para vivir dignamente. Además, hay una violencia en el aire de pobres contra pobres, de gente que es cruel porque sí, una especie de incontinencia verbal… De manera que se hace insoportable la vida en ese sentido y no hay quién piense en serio, que piense para la acción, no para una revista o para hacer chistes en C5N.