Sucedió el último viernes,  pasadas las 18, en la calle Puan, entre Olavarría y Pringles.

Cuando las mujeres se disponían a ingresar con su auto a la vivienda (que ya fue saqueada en dos oportunidades) fueron abordadas por tres malhechores con la evidente intención de robarles el vehículo.

Las víctimas – que a los gritos alertaban sobre el hecho – se resistieron al delito a pesar de los golpes y amenazas  y que una de ellas fue arrojada sobre la vereda.

La reacción de las mujeres desbordó al trío de delincuentes que se dio a la fuga.

Por sus características, el episodio alcanzó gran repercusión en los medios; en una de las entrevistas, una de las víctimas – Ángela Irma Salvo (88)- señaló que en el vehículo que intentaron robar había un bebé.  También, la mujer resaltó – al igual que otros vecinos – que la zona es “tierra de nadie”.